Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
alfonso519@gmail.com
Continuando con la temática planteada en mi columna de la semana anterior, sigo insistiendo en la importancia de que los aspirantes a la presidencia de la República empiecen a generar propuestas concretas para afrontar directamente desde el gobierno nacional la eventual crisis alimentaria que se nos avecina a finales del presente año y en el 2023. Todos sabemos las implicaciones que están generando la invasión rusa a Ucrania y los problemas heredados por la pandemia del Covid, que impactó negativamente el transporte marítimo de bienes y servicios. Igualmente, la distorsión del mercado de hidrocarburos a nivel internacional, que ha elevado los precios del petróleo a niveles superiores a los 100 dólares el barril de crudo.
Por este motivo, sigo destacando la publicación dell artículo escrito por el ilustre académico y científico suaceño que reside en Ciudad de México, titulado “Cómo enfrentar la crisis alimentaria que se acelera por los altos costos de los fertilizantes nitrogenados utilizados en la agricultura”. Las reservas mundiales de alimentos, ensilados o congelados se comercializarán a altos precios; por lo tanto, la población de escasos y medianos recursos se verán afectada porque no podrán pagar estos precios, acelerando la crisis alimentaria prevista por Naciones Unidas y la FAO. Si calculamos las reservas de fertilizantes nitrogenados de los países, estimando, primero las existencias físicas, segundo, los embarques despachados y tercero, los pagos hechos por anticipado para la obtención de èstos, estas reservas estarían agotándose o escaseando para el mes de marzo de 2023, lo cual arrojaría un resultado alarmante, … otros 800 millones de personas estarían cerca de la inanición; con estos 800 millones tendremos 1600 millones de personas en situación de hambre.
El PH Luis Orlando Castro, afirma que en Colombia logramos, fertilizando con Bioabonos de 4ª Generación, los que se produjeron utilizando en este caso, un residuo de los ingenios azucareros (cachaza); Bioabonos líquidos obtenidos a partir de diferentes productos orgánicos; enriquecidos
con microorganismos benéficos, (nitrificantes, oxidantes y controladores de patógenos, todos estos quimio resistentes); en un periodo de 12 meses (2º semestre 2020 – 1er semestre del 2021) en el Municipio de Palmira – Valle del Cauca – Centro Experimental Pasoancho.
La Biotecnología utilizada para obtener los Bioabonos sólidos y líquidos tiene respaldo
científico con depósitos de 18 cepas puras y 4 consorcios de microorganismos en los
bancos PCT y 3 patentes solicitadas en 15 países y 2 patentes otorgadas en Colombia y México. Para utilizar esta biotecnología y producir Bioabonos sólidos, se requieren residuos sólidos orgánicos contenidos en: residuos sólidos domiciliarios (basuras) residuos de cosecha (cachaza de caña de azúcar y caña panelera, raquis de palma africana, residuos de banano y plátano, residuos de café, residuos de cárnicos (vacunos – porcinos – aviares – pescado), etc. Esta Biotecnología hoy está acreditada científicamente y se pueden reducir en un 50% el consumo de agroquímicos y fundamentados en otros resultados más recientes se llega a una reducción del 75% del uso de dichos insumos; ésto sin hablar de la agricultura orgánica que no utiliza agroquímicos. Colombia tiene las soluciones para enfrentar la crisis alimentaria que se viene para los próximos años. Se requiere voluntad política para lograrlo.