Ernesto Cardoso Camacho
Siguiendo el pulso de la intensa y crucial campaña presidencial que tendrá su primera vuelta electoral el 29 de mayo, donde los dos principales protagonistas son Fico y Petro, conviene hablar ahora de dos elementos esenciales como son las encuestas y la transparencia electoral.
El primero de ellos ha generado intensa polémica con ocasión de los dos últimos resultados publicados recientemente por el Centro Nacional de Consultoría y los de Guarumo-Ecoanalítica. Y es comprensible la polémica dado que; en la del CNC, Petro registró 43.6 y Fico 26.7, es decir una diferencia de 16.9; mientras que en la otra Petro obtiene 36.4 y Fico 30.6, reducida la diferencia a 5.8; lo que de hecho muestra dos consecuencias objetivas: la primera; que la reducción en la diferencia es muy significativa pues es de 11.1; y la segunda, que Petro disminuyó ostensiblemente su intención de voto en 7.2 al tiempo que Fico subió 3.9 puntos porcentuales.
Estas son las cifras que tienen sus propias características: frías e incontrovertibles, o como dice el refrán popular, “los números no mienten”.
Ahora bien. Parte de la polémica se sustenta en la credibilidad de las firmas o empresas encuestadoras, que algunos descalifican a priori señalando que sus dueños son amigos de los candidatos, argumento que no es serio porque ambas están registradas ante el Consejo Nacional Electoral y porque para una empresa lo más importante es su prestigio y credibilidad; activos que le dan valor económico ante sus competidoras que son muchas. Conviene también precisar que tales firmas hacen investigación de mercados, de percepciones sobre aspectos esenciales de la vida nacional, de opinión sobre personas e instituciones, etc.
Por otra parte, es indispensable tener en cuenta los factores determinantes de lo que significa auscultar las sensaciones y emociones de las personas encuestadas; pues como bien se ha dicho, una encuesta electoral es una foto del momento. Además existen factores fundamentales de carácter técnico como son por ejemplo; el tipo de muestra en el trabajo de campo, si este es presencial o telefónico; la estratificación social de los encuestados y el número de estos en relación con el censo electoral; su distribución geográfica y de sexo; si la encuesta presencial se realiza con tarjeta electoral o simplemente formulando los nombres de los candidatos; o si la indagación es telefónica; en fin diversos aspectos que le otorgan rigor técnico y su obvia consecuencia, credibilidad científica, pues debemos recordar que la estadística es una ciencia matemática de probabilidades que desde hace varias décadas se ha convertido en auxiliar de la ciencia política.
Su gran utilidad radica en que permite investigar las sensaciones y percepciones de las personas acerca de los candidatos y sus propuestas en un tiempo y lugar determinados, elementos con los cuales las campañas afinan sus estrategias y corrigen los factores que no contribuyen a la aceptación del candidato y su mensaje.
Volviendo a las cifras conocidas es evidente que Petro está presentando un techo que oscila entre el 38 y el 42% mientras que Fico está creciendo de manera sostenida y puede llegar a un rango entre 36 y 40% que ratificaría dos cosas. La primera, que habría segunda vuelta en junio entre los dos; y la segunda, que existiría un margen aproximado del 20% en mayo, representado en las cifras de Hernández, Fajardo, Ingrid, Gómez, Rodríguez y Pérez, así como en el voto en blanco que al parecer podría estar en un rango del 5%.
Con relación a la transparencia, es decir la neutralidad a que están obligados todos los servidores públicos de la rama ejecutiva, especialmente el presidente y sus ministros; los gobernadores y los alcaldes: así como los de la rama judicial y quienes pertenecen a los organismos de control; constituye el factor ético y moral que es imperativo en cada funcionario. De quienes pertenecen a las fuerzas militares y de policía basta con decir que no son deliberantes.
COLETILLA.- La inexequibilidad de la modificación a la ley de garantías electorales declarada por la C. Constitucional era previsible y sin duda un grave error del presidente y de los congresistas que apoyaron esa iniciativa. Pero ello también implica que existe separación de poderes y que hay democracia así esta sea frágil y no como dicen algunos que estamos en la dictadura del régimen.
