Por:
Juan Felipe Molano Perdomo
Podemos pensar que, sí hay segunda vuelta y es con Rodolfo Hernández, es decir si llega a ser cierto que los medios inflaron a Fico, las cosas podrían cambiar definitivamente.
De la lectura de los últimos acontecimientos Nacionales, de la dinámica estrecha que se vive en la región y en diferentes partes del país donde el celo y la mezquindad aflora en los activistas y no en el candidato, de un país que se ha movido en los extremos, unos electores que no han visto hasta hoy un candidato diferente en su actuar y en sus propuestas, así no sean tan profundas, rimbombantes y tan estudiadas y que al final generan discusiones interesantes, un país político que se niega a entregar el poder a un líder como Gustavo Petro, bajo el sofisma de la desinformación y del miedo; ojo con el país rural y campesino, con el votante libre, todos los anteriores que han vivido la crueldad de la guerra y de la pobreza, quienes en su silencio de la noche susurran al oído de amigos y vecinos que votarán por el ingeniero, “si el viejito, el señor grosero, ese que le pegó a un concejal, ese que nos dice las cosas como las queremos oír”.
Esas premisas deben ser ya analizadas por los asesores de campaña en la cual estoy como activista comprometido para vivir sabroso, puesto que toda la derecha, todos los que buscan otra opción al Uribismo, aterrizarán, si ya no lo están haciendo en la campaña del Ingeniero Rodolfo, y muchos de los que están acompañando a Petro hoy, pudieran cambiar su voto en segunda vuelta, en el Huila por lo menos no hubo entusiasmo permanente por el vicepresidente Lara – solo fue noticia de un día.
En mis recorridos por el departamento, encuentro una similitud entre las campañas del ingeniero y de Petro, y es que la una tiene menos estructura organizacional que la otra, ambas trabajan y motivan con el apoyo de voluntariados y sus recursos, ambas no han prometido transporte y logística como la de Fico, ambas atraen el voto verdaderamente privado, privado no solo por ser personalísimo, sino también privado de oportunidades, privado de garantías sociales y de justicia, privado de ver una economía saludable y humana.
