En medio de la pandemia del Covid en que se encuentra sumida la sociedad colombiana, los agricultores huilenses están encontrando grandes oportunidades para insertarse a los mercados internacionales, dadas las condiciones agroecológicas que posee nuestro suelo. A pesar de que este cultivo se ha convertido en una importante fuente de generación de oportunidades laborales para las familias cacaoteras en el país, se ha venido presentando una dinámica en su producción que les ha permitido mejorar sus niveles de bienestar.
Existen diversas variedades de este producto, que están creando mayores perfiles en los gustos de los consumidores del cacao y de los valores agregados, que se generan en cada grano que se cultiva en nuestro territorio. Se ha conformado un verdadero clúster, donde participan productores, exportadores, comerciantes, tostadores, vendedores, banca, transporte, entre otros, actores que contribuyen a dinamizar la economía regional.
Desde la infancia, todos hemos sido alimentados por este alimento, que en cada de nuestros hogares; se constituye en la bebida principal de desayuno. El chocolate en la mesa no nos puede faltar, Sin este alimento, no quedamos bien desayunados. Durante los periodos de confinamientos, aumentó significativamente el consumo de este alimento.
Los cultivadores de este insigne grano enfrentan grandes retos, como la sostenibilidad económica del productor, la productividad, la volatilidad en los precios internacionales, el cambio climático y el incremento de la demanda a nivel mundial, porque el cacao del Huila es apetecido por los gourmet del mundo, por sus características orgánicas en su producción.
El cacao del Huila podría volver a sus tiempos de oro como gran productor nacional, después de Santander. Actualmente, según las cifras oficiales de la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao) es cuarto en cosecha del grano (4.466 toneladas), tercero en área sembrada (cerca de 14.000 hectáreas) y segundo en exportaciones (aproximadamente 2.000 toneladas llevadas al exterior).
Cada vez, las empresas multinacionales productoras de dulces, chocolatinas y toda clase de colaciones, están utilizando el cacao orgánico procedente de los municipios productores en el Huila. Las exigencias de los consumidores están generando transformaciones en los paradigmas para cambiar la forma de ver el cacao y el chocolate entre productores y comensales ávidos de encontrar nuevos sabores de este producto.
Estas variedades se fabrican con cacaos del Huila, Tolima, Caquetá y Putumayo. Al comienzo se enfrentaron con la idea de los productores de que, al convertirse en orgánicos, se redujeran la producción y las ganancias. Pero no fue así. Mejoraron sus niveles de rentabilidad y productividad. Con ello, han encontrado mayores demandantes dentro del contexto internacional. Todo lo anterior, es un ejemplo de la dedicación y del esfuerzo articulado entre el accionar gubernamental y este importante renglón de la economía regional.
