Por: Harold Salamanca
Recientemente la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), socializó entre los aspirantes a la Presidencia de la República un documento de propuestas denominado “Autopista de dos carriles”, que aspira la agremiación sea tenido en cuenta para ser desarrollado por el presidente electo en sus cuatro años de mandato. Esta propuesta de “hoja de ruta”, nacida desde la agremiación, plantea que las políticas adelantadas por el nuevo gobierno para ser exitosas, deberían guardar perfecto equilibrio entre el desarrollo social y el desarrollo empresarial. Según los empresarios con el fin de evitar que se agudicen las posturas que adopte el nuevo gobierno, por la polarización ideológica que se respira en las campañas políticas.
Con este documento la ANDI pretende “tirar línea” al nuevo presidente y alertar, según ellos, que algunos sectores de la producción eventualmente podrían ser borrados del mapa de manera abrupta y anti-técnica. Creo que el documento esta plagado de buenas intenciones, de identificación de problemas sobre diagnosticados, de la defensa a ultranza del sector privado, pero carece de propuestas nuevas y audaces que atiendan las preguntas por la desigualdad en el desarrollo y las oportunidades para nuestros compatriotas. Es hora de preguntarse sobre el verdadero rol que debería jugar el sector empresarial del país, para la construcción de un país viable.
Primero, se requiere un compromiso real, no vasta con ser espectadores, hay que involucrarse de forma activa en la tarea de lograr un país justo, un país con instituciones fortalecidas, un país con gran credibilidad, que se desarrolla en escenarios de baja incertidumbre. Luego su agenda debería ir mas allá de cumplir con sus obligaciones legales-tradicionales, asociadas al pago de impuestos y a la generación de empleo. También es necesario un auténtico compromiso de los empresarios con el logro de la paz, todo conflicto demanda recurso económico, con el hecho de no “invertirlo” en la guerra ya estamos ganando.
Señores de la ANDI, estoy de acuerdo con ustedes que el país requiere una “hoja de ruta” de manera urgente, construida y acordada por todos, que aborde las necesidades y los sueños indivisos de los sectores de la sociedad, con una autopista no de dos carriles como ustedes la proponen, sino lo suficientemente amplia en el cual se aborden temas ambientales, sociales, institucionales, económicos, donde quepa hasta el último de los colombianos.
