Deshojando margaritas
Por Margarita Suárez Trujillo
Este domingo 29 de mayo será la primera vuelta de la elección presidencial entre los candidatos que quedan en el partidor. Los votos de cuatro personas que aparecen en el tarjetón, Ingrid Betancur y su vicepresidente el Coronel José Luis Esparza, además de Luis Pérez y su fórmula Ceferino Mosquera, no serán contabilizados, aunque no faltará el despistado que marque alguna de esas opciones. Los que abandonaron el barco lo hicieron de manera extemporánea, cuando ya la Registraduría no podía modificar el tarjetón. Lo importante es que este domingo tenemos la oportunidad de expresar lo que queremos para nuestro país. Escoger un candidato presidencial de nuestra preferencia y con una equis marcarlo encima de su foto es decirle claramente yo creo en usted, yo quiero que usted nos gobierne y que lleve al país a puerto seguro. No hay duda que hoy todos queremos un cambio para mejorar, donde la gente correcta sea la protagonista. Ese es el ejercicio que debemos hacer como buenos ciudadanos para conservar nuestra democracia. Si a pesar de la diversidad de opciones, no nos gusta ningún aspirante, tenemos la posibilidad de votar en blanco. No es lo recomendable, pero es una forma de participar. El próximo domingo tenemos que sacar unos minutos de nuestro tiempo para ir a la mesa de votación y decir aquí estoy presente para cumplirle a mí país. Quedarnos en casa sin participar en la justa democrática nos puede costar caro. Cada voto es importante. Los que no participen no tendrán derecho después a renegar. La abstención los inhibe de poderse quejar si el gobierno elegido no les satisface. No hay nada peor que hacerse el de la vista gorda para no votar y luego protestar porque no nos gustó el elegido. Los imagino diciendo “yo no tengo la culpa, yo no voté”. Pero eso no es así, por el contrario, dichos ciudadanos que no se comprometen tienen mucha responsabilidad porque su voto podría haber cambiado los resultados. Parodiando lo que dijo uno de los candidatos en una entrevista para la revista Semana, cuando afirmó “nos unimos o nos jodemos”, me permito afirmar lo siguiente: “votamos o nos jodemos”. La palabra es fuerte, pero no encuentro otra más adecuada para ilustrar dicho pensamiento.
