DIARIO DEL HUILA, PANORAMA
Por: Daniela Gutiérrez
Con una masiva asistencia por parte de los neivanos se llevó a cabo el primer festival del tamal en la ciudad de Neiva. 80 participantes y más de $53 millones en ventas generó el evento el cual busca generar una reactivación económica en el sector tamalero de la ciudad. El concurso del tamal más grande también tuvo protagonismo.
Con más de 4.500 asistentes se cumplió el festival del tamal realizada por primera vez en la ciudad de Neiva con el fin de fortalecer dicho sector económico que se había visto tan golpeado tras la pandemia por el Covid-19. Fueron 80 las personas que participaron en el evento donde se premió primer, segundo y tercer lugar del tamal más rico.
Inicialmente se tenía permitido que los 80 participantes llevaran cada uno 80 tamales para tener un equilibrio y que todos lograran vender sus productos, sin embargo, las expectativas fueron superadas y los vendedores se vieron en la necesidad de ir trayendo más tamales para la venta.
“A mí me parece este festival super innovador, yo soy una persona que amo las tradiciones y brindarle el espacio a personas que traban en esta actividad en el día a día es lo mejor. Creo que nos quedamos cortos con lo que podemos apreciar del evento, la experiencia la viví al 100% casi que no encuentro un tamal, qué chévere que siendo las 10:00 de la mañana ya no haya ni un tamal. Es total el éxito”, resaltó Eimy Paola Díaz Cuellar, asistente al evento.
Fueron cerca de 7000 tamales vendidos que dejaron alrededor de $53 millones de pesos en ventas debido a la buena acogida y participación de los ciudadanos que decidieron llegar hasta el evento para poder disfrutar de un buen tamal al son de todo tipo de música en vivo.
Rescatando las tradiciones
Neiva se ha ido fortaleciendo como una ciudad tamalera en donde sus habitantes añoran desayunar un buen tamal un fin de semana acompañado de otros productos autóctonos de Departamento del Huila como lo son el quesillo yaguareño y los bizcochos de achira.
“Participé al mejor tamal con la receta de la abuela. Tenemos un negocio que vienen de tradición, hace 70 años mi familia se dedica a hacer tamales y esto es una actividad que más que por rentabilidad, ayuda a tener vigente lo que somos como huilenses. Qué mejor que iniciar las fiestas con estos eventos que nos dan la oportunidad de darnos a conocer”, manifestó Ana Milena Díaz, tamalera.
“Nuestro tamal está procesado con arroz, alverja amarilla, aceite de asado huilense, costilla de cerdo ahumada, lomo de cerdo, el tocino, el huevo, el pollo, las especies, guisantes y lo más tradicional de nuestro tamal es la famosa verija; es una masa que se compone de una harina de choclo lo que hace que quede el tamal con varios sabores tradicionales”, contó Díaz.
Daniela Quintero de “la casa del tamal” indicó que hace 8 años vende tamales rescató del evento la participación de las personas “a mi me faltaron inicialmente traje 80 pero en realidad vendí 250 tamales en 2/ 3 horas, de verdad que somos una tierra tamalera”.
Los concursos
En el marco del festival, se llevaron a cabo dos concursos, uno donde se premió el mejor tamal y otro donde una pareja fue desafiada a comerse en tiempo record el tamal más grande de Colombia que fue preparado por Fernando Quevedo y Gustavo Valencia.
“Nosotros hemos visto el tema de los Gines Record y nos inventamos uno que, reflejada nuestras tradiciones, ya habíamos probado con la lechona, en esta oportunidad lo hicimos con el tamal. Está compuesto por arroz, 4 presas de pollo, dos huevos, cerdo, 4 papas, 4 zanahorias y mucho hogo; además de ingredientes secretos para el buen sabor”, confirmó Quevedo.
Otro concurso fue el del mejor tamal donde se premió 1, 2 y 3 puesto Jonathan Cortés uno de los chefs invitados para que conformara la mesa del jurado calificación indicó que varias personas se disputaron el primer puesto donde se tuvo en cuenta “la textura, el sabor, composición, innovación y presentación donde se calificó de 1 a 10”, describió.
“Qué mejor empezar las fiestas de San Pedro con un festival que resalte nuestras tradiciones gastronómicas. Son productos que nuestras madres y abuelas han producidas en la región. Esta es una estrategia que quiere reactivar la economía del municipio y de los hogares tamaleros y mapiarlas para poder ayudar a mejorar sus procesos y tecnificar sus productos”, dijo Natalia Alejandra Ortiz Valderrama, líder del CEGO.