El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, recalcó las relaciones internacionales que la UE quiere seguir teniendo con Colombia.
Las declaraciones las dio a conocer el funcionario de la Unión Europea al El Tiempo, destacando la importancia del resultado que se obtuvo en las elecciones. Esta es su declaración completa:
«El pasado19 de junio Colombia dio una lección de democracia y madurez. Tras unas elecciones con la mayor participación desde 1998, eligió como próximos Presidente y Vicepresidenta a Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá, guerrillero en su juventud, líder histórico de la izquierda, y a Francia Márquez, mujer afrodescendiente, defensora ambiental y de los derechos humanos, poderosa voz de la llamada Colombia olvidada.
Por primera vez en más de 200 años, Colombia ha elegido a un Presidente de izquierdas. Esta elección alumbra una alternancia histórica y expresa un deseo de cambio profundo, un rechazo al regreso de la violencia y una exigencia de mayor igualdad y justicia social. También reafirma la convicción democrática más básica: el cambio se hace en las urnas, a través de la política y del diálogo. Solamente así se pueden curar las heridas del conflicto y lograr la “no repetición”, central en el Acuerdo de Paz de 2016.
Como ha destacado la Misión de Observación Electoral de la UE, los comicios, bien organizados, y con una participación históricamente alta en un ambiente tranquilo y pacífico, confirma la fortaleza democrática de Colombia. Además, la juventud y las regiones más golpeadas del país han participado activamente. Felicité al Presidente y la Vicepresidenta electos, en nombre de la Unión Europea, la misma noche de las elecciones. A pesar de una campaña tensa y polarizada, quiero destacar la rapidez y el sentido institucional con los que el candidato Rodolfo Hernández, el Presidente Iván Duque, y sus antecesores, así como las fuerzas políticas del país han acogido el resultado, preparando la transición hacia la próxima presidencia.
La Unión Europea y Colombia tenemos una larga historia de cooperación, de confianza y de trabajo conjunto. Apoyamos desde el inicio la negociación del Acuerdo de Paz, y la ambición de Colombia de enfrentarse a las causas profundas de su historia de conflicto, violencia y malestar social. El resultado fue un documento exigente, ambicioso y exhaustivo, que traza una perspectiva para cambiar la dirección del país y abordar desafíos todavía presentes: las desigualdades, ya sean sociales, de género, étnicas, o geográficas, y la falta de presencia integral del Estado en parte del territorio nacional.
Seis años después, Colombia ha recorrido parte de este camino y, si bien la voluntad y la energía del proceso pertenecen al pueblo colombiano, la Unión Europea y sus países miembros hemos hecho nuestra parte. Saludo el compromiso del Presidente electo de unir al país en un gran acuerdo nacional y trabajar en diálogo con todas las fuerzas políticas, por el bien de Colombia y la superación de la pobreza y de las desigualdades. También destaco su voluntad, compartida por sus principales adversarios en la campaña electoral, de volver a entablar relaciones con Venezuela, iniciar nuevas negociaciones con el “Ejército de Liberación Nacional” (ELN) y apoyar diálogos territoriales para poner fin a la violencia en los departamentos más alejados. Podrá contar, allí también, con nuestro pleno apoyo.
El medioambiente es otro elemento cada vez más central de nuestra estrecha relación con Colombia. Europa mira a América Latina como un continente hermano en la lucha contra el cambio climático y la deforestación, la preservación de la biodiversidad y la transición hacia una economía más sostenible y justa. Como segundo destino de las exportaciones colombianas y primer inversor extranjero en el país, Europa quiere seguir generando oportunidades comerciales y empresariales que impulsen una transición verde, digital y social.
Nuestros lazos se asientan en una cooperación intensa, que abarca desde la gestión de la crisis migratoria de los últimos años, al éxito impresionante del programa de becas Erasmus+ entre estudiantes colombianos, al acuerdo de exención de visados de corta duración vigente desde 2015, o a nuestra cooperación militar y de seguridad. Colombia se ha sumado a la gran mayoría de países que condenan la agresión rusa contra Ucrania y la violación de la Carta de Naciones Unidas y de los derechos humanos. Esta guerra injustificada debe acercarnos a europeos y latinoamericanos todavía más en nuestra visión compartida de una comunidad internacional asentada en normas, diálogo, cooperación y resolución pacífica de las disputas.
El pasado domingo ilustró dos de nuestros valores comunes más esenciales: la democracia y el respeto del pluralismo. Nadie dice que sea fácil. Los europeos lo sabemos bien porque esa ha sido nuestra propia historia desde las cenizas de la guerra y el enfrentamiento fratricida hasta nuestra unión en la diversidad. El camino hacia el cambio y la concordia nacional pertenecen al pueblo colombiano, pero siendo un continente amigo, queremos seguir acompañando a esa Colombia diversa y cargada de talento que, desde el Atlántico al Pacífico, desde los Andes a los Llanos, mira al futuro con la esperanza de ser una nación más incluyente y más justa».
*Información del EL Tiempo.