La sociedad colombiana se encuentra sorprendida por la decisión tomada el día anterior por la Junta Directiva del Banco de la República de incrementar nuevamente la tasa de interés al 7,5% después de mantener este esquema desde el mes de octubre del año anterior. El mercado financiero no esperaba que se fuera presentar un alza de 1,5 puntos, convirtiendo en una estocada mortal para el proceso de reactivación económica que ha venido presentando, de acuerdo con los indicadores recientemente publicados por el Dane. Es una lesión enorme que da a la dinámica económica de las familias colombianas, que venían con optimo la recuperación de los empleos en el país. A los actuales codirectores del Banco de la República no les interesa que la credibilidad de la entidad caiga, mucho menos que la decisión de subir las tasas pueda asfixiar la economía.
Es irracional esta actitud. Con el fin de controlar la inflación interna, se puede inferir que habrán tomado la decisión, espejo de lo que hace la Reserva Federal en Estados Unidos, de subir la tasa de intervención en el mercado de ese país, para continuar aplicando la única receta que tienen a mano para tratar de bajar la inflación, fenómeno suscitado el pasado noviembre cuando lo calificaron de transitorio.
Se equivocan los integrantes del emisor, con el respaldo de casi todos los economistas tradicionales incondicionales que se rotan su paso por el Emisor, Hacienda y Planeación, subiendo las tasas, decisión que ha sido criticada por todos los agentes económicos, que son conscientes que estos elementos de la ecuación crucial, puede afectar la meta de crecimiento esperado para el 2022.
Pero otro ingrediente fatal que se le suma a lo expuesto es el incremento del dólar. Alcanza otro récord histórico en el mercado interbancario colombiano. En las primeras operaciones de la última jornada cambiaria hábil de la presente semana, la divisa estadounidense alcanza ya un máximo de 4.205 pesos, un precio no visto hasta ahora, aunque en promedio dicha moneda se transa a un valor promedio de 4.193 pesos, 42 pesos por encima de la tasa representativa del mercado (TRM) vigente para hoy de 4.151,21 pesos. Expertos expresan que el tema de la eventual recesión comienza a golpear las materias primas en el mundo, lo cual se refleja en el comportamiento de las monedas y las de los países emergentes no pueden ser la excepción a esta coyuntura.
Se vislumbra un panorama incierto por los efectos negativos que van a ahondar la profunda crisis social y económica, en que se debaten las familias colombianas. Recordemos que la mala aplicación de los instrumentos de la política macroeconómica del país, son los mayores generadores del avance del progresivo deterioro del bienestar de los colombianos durante las últimas décadas.