Por Alain Perdomo Herrera
Para empezar, me remitiré a una vieja canción del folclor huilense en el que se tararea su coro de esta manera, “a los ocho días después, todo vuelve a ser normal, el marido a su mujer, el palomo al palomar” (…), tal parece ser lo que nos espera, con un nuevo congreso y un nuevo mandato presidencial que necesariamente marcarán el devenir nacional.
Pasadas las fiestas de mitad de año en gran parte del territorio colombiano, sirvió a muchos de esparcimiento y reorganización de las ideas para lo que se viene de la realidad nacional, sobre lo cual, por no decir que todos, tenemos forjadas nuestras esperanzas y expectativas puestas en un mejor reparto social y que las diferencias se tramiten por los medios institucionales.
Con su propuesta de gobierno, Petro destaca la democracia y gobernanza territorial, que es aquella que hace referencia a todos los procesos y actos de gobierno, procedimientos y prácticas que regulan la vida en sociedad y que permitan llevar a cabo el proceso de gobernar; modelo que debe servir para avanzar en el fortalecimiento económico territorial que garantice la participación social en la construcción de políticas públicas basadas en la equidad social.
El modelo económico huilense es muy limitado y precario, con una escasa industria, con una informalidad bien marcada y con la esperanza puesta siempre en las administraciones municipales que satisfagan las necesidades apremiantes, que parecieran que fuesen todas, surge entonces la necesidad de convertir todas las falencias en oportunidades que redunden en el bienestar futuro; compromiso que se debe dar desde todos los sectores, público y privado, individual y colectivo, saber quiénes somos nosotros y apostar por eso, que nos gusta hacer y cada día ser más competentes, ser nuestra mejor versión.
No hay que desconocer los grandes esfuerzos que se vienen haciendo en torno al mantenimiento de las vías terciarias, fundamentales en la economía de cualquier región, pero que aún nos falta mucho; el sector turístico y hotelero están dispersos, actividad que está también limitada al servicio de restaurante y la toma de la fotografía del recuerdo, pero que no ofrece otra propuesta seria, estamos todavía muy lejos del eslogan “que somos un destino turístico”.
Capítulo aparte debe tener el campo de la educación en nuestro departamento, podemos tener el último teléfono celular, vehículo o tecnología y eso lo que nos significa es que vivimos dentro de una modernidad que nos permite disfrutar de ciertas comodidades, cosa totalmente distintita a un estado moderno, en donde la vida de las personas transcurra de tal manera, que no se dé ni por enterado que en su quehacer diario las cosas funcionen y funcionen bien: la escuela, la salud, el trabajo, la recreación, la familia. He querido llegar al tema de la educación porque me he encontrado con un hecho curioso contado por un profesor y escritor muy sentimental que quiero mucho y me hablaba de una experiencia suya en relación con un colegio en la modalidad de internado en la cual sus estudiantes de género femenino, nunca habían conocido un periódico, le llamó tanto el esmero estudiantil que cuando les regaló algunos ejemplares, la reacción inmediata avivó su interés por la lectura, y lo que curiosamente más les llamó la atención fue el horóscopo, no sabían que tal predicción existía.
Que, en esta nueva gobernanza para la educación, no sea como el horóscopo, incierto.
Apostilla: Top Gun capitán maverick, buena película. Tom Cruise deja dos enseñanzas fundamentales “apuesta quien eres” y una vez lo encuentres “apueste por la excelencia”.
