DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Johan Eduardo Rojas López
Durante los diversos desfiles que se realizaron en el marco del Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro 2022, muchos ciudadanos se quejaron a través de las diversas plataformas digitales por la invasión de espacio público con silletería ilegal. Básicamente, la mayoría de personas tenían que asumir precios exagerados para poder disfrutar de los desfiles. Claramente, a medida que avanzaban las actividades las tarifas eran más altas.
El Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro 2022 generó todo tipo de reacciones. Luego de culminar las actividades, ahora, los ciudadanos a través de las plataformas digitales elogian unos aciertos y condenan ciertas problemáticas que se vivenciaron durante la temporada. Uno de los hechos que mayor inconformismo presentó fue la ocupación del espacio público con silletería.
Aunque esto no estaba permitido porque para eso estaban los palcos y graderías, muchas personas externas se encargaron de llenar los alrededores de la ruta de los desfiles con sillas que tenían cobros exagerados y obstaculizaban la visibilidad de aquellas personas que no deseaban asumir ese costo. Particularmente, en el último desfile desde la noche anterior muchas personas dejaron organizadas las sillas e inclusive se atrevieron a delimitar espacios con cuerdas.
Lina Fernanda González, directora de Espacio Público de Neiva, señaló que, “Referente a esta situación, se realizaron diferentes controles establecidos en un cronograma con antelación, sin embargo, las sillas fueron un fenómeno que, si bien sabíamos que se iba a presentar, se generó de una manera exagerada. Es decir, se había previsto de alguna manera, pero no en esa magnitud”.
A su vez, detalló que sí se ejecutaron dichos controles, pero infortunadamente no se tuvo cooperación por parte de la misma ciudadanía. Adicionalmente, reveló que el acompañamiento de la Policía no fue tanto y eso de alguna manera les impedía realizar esas jornadas a nivel sancionatorio.
Explicó también que, “Nosotros no tenemos bajo la competencia el tema sancionatorio, nuestra competencia va hasta el tema preventivo y fue lo que se realizó, pero eso las personas no entienden. Se realizaron los controles, se hizo el trabajo pertinente y fue el único inconveniente que surgió durante la temporada sampedrina”.
Frente al tema de ilegalidad del Espacio Público, manifestó que, no pueden determinar en este momento una cifra exacta de vendedores que salieron a ejercer su actividad comercial sin el debido permiso. No obstante, confirmó que fueron aproximadamente 150 espacios susceptibles de aprovechamiento temporal y otorgó alrededor de 500 permisos para vendedores informales, con el fin de contribuir a la reactivación económica.
El último desfile fue el más álgido desde todos los puntos dado que tuvo una asistencia masiva. De acuerdo con la funcionaria, en esa actividad ya todo está ubicado, de hecho, desde la noche anterior realizaron un control que finalizó a altas horas de la madrugada, indicando que las sillas no podían instalarse puesto que el espacio público había sido determinado para que los espectadores pudieran visualizar el recorrido. Sin embargo, a medida que avanzaban por la ruta dispuesta, en los sectores que ya habían pasado, volvían a instalar las sillas y eso dificulto el proceso.
Así lo expresó la directora, asegurando que inclusive hubo un caso de agresión a una funcionaria del equipo. “La intolerancia de la gente al momento de hacerle la solicitud fue notoria muchas veces por su estado de alicoramiento. Eso generaba mayor dificultad en los controles. El día del desfile también se realizó otro control y nos llegó acompañamiento de Policía. Ellos si decomisaron ciertas sillas y ya se está haciendo entrega como tal porque nosotros no tenemos la facultad sancionatoria para emitir un comparendo ni nada de eso”, mencionó.
Difícil control
Por su parte, Nelson Patiño Perdomo, director de Justicia, afirmó que en las fiestas se llevó a cabo un control previo más que sancionatorio teniendo en cuenta que son unas fiestas temporales y eso dificulta el control.
“Entonces hablar de sanciones en el momento es muy difícil porque estas festividades se prestan para que unas personas hagan las cosas de manera adecuada y otras en su afán de rebusque de forma inadecuada, lo que dificulta identificarlos. Nosotros hicimos controles con toda la secretaría de Gobierno para que las personas pudieran tener espacio de disfrutar los eventos. De resto es un tema muy complicado porque desde las noches anteriores ya había personas ocupando el espacio público y al día siguiente era imposible hacer ese control por la cantidad de personas que se encontraban”, comentó.
Entre tanto, Adriana Rojas Salazar, directora de Corposanpedro, dijo que, “Yo pienso que hay que hacer una revisión en eso porque llegaban a decirme las inconformidades y eso se torna muy difícil. Pienso que hay que tener muy en cuenta eso y hacer un trabajo más formal para mitigar esa situación. En el desarrollo de este festival tan grande estas cosas pueden suceder, pero hay que resaltar lo positivo e ir trabajando en esas cosas que hay por mejorar”.
Finalmente, según algunos comerciantes esta problemática aumenta gradualmente y se debe a unas ‘mafias’ externas que con anterioridad guardan las sillas en sitios aledaños y cuando se cierran las calles simplemente las acomodan. Según narran durante las noches llegan camiones repletos de sillas que posteriormente son instaladas.