Por: Santiago Suárez Florez
Nada podría opacar más al gobierno de Duque, el cual entre otras cosas ha sido polémico en muchos asuntos, pero con las noticias y acontecimientos de los últimos días sobre el dinero que se supuestamente se robaron sus funcionarios, es la gota que faltaba para que este gobierno sea innombrable. Y es que no es para menos, que enfrente de las narices de todos se diera tal desfalco.
No es menor que el candidato de Duque a la contraloría, el señor Luis Alberto Rodríguez que ha hecho un inmensurable lobby para ganar en la contienda a la contraloría, quien tiene una hoja de vida impecable y muy compacta para su edad, se viera involucrado en medio de todo este lodazal. Es impresionante cómo el buen nombre de una persona que tenía todo para ser influyente en nuestro país, que se preparó en las mejores universidades del mundo, se derrumbara por la avaricia. Impresionante es también, que en el gobierno que se montó con el discurso de hacer cumplir con los acuerdos de paz a cabalidad y de luchar con la impunidad, se pierdan medio billón de pesos precisamente de la paz. ¿Qué hará el presidente Duque con la nominación de Luis Alberto Rodríguez a la contraloría?.
Después nos preguntamos que por qué ganó la izquierda en nuestro país, tenemos una derecha totalmente desprestigiada, con el nombre y la credibilidad en el suelo. Es necesario que la derecha se reorganice, que el discurso sea más incluyente, sin duda alguna necesita una renovación total de líderes y de discurso, que no sea tan confrontadora y tan ofensiva. La derecha se merece recobrar la confianza y el buen nombre de sus líderes. Hoy por hoy no tenemos claro quién es la oposición a este gobierno, es importante tener una oposición sensata y constructiva, la derecha hoy no tiene un líder claro para luchar por las necesidades de la gente que votó en contra de Petro, porque es claro, la gente no votó por Rodolfo, votó en contra de Petro.
Esta es una oportunidad clave para nuevos líderes de derecha, Colombia lo necesita, acordémonos que siempre del caos y de los malos momentos sale algo bueno a relucir. Veo a Enrique Gómez, líder del partido político Salvación Nacional tomando ese liderazgo por la derecha, una persona con propio partido que no tiene jefe político pero que no está en el congreso. A diferencia de otros perfiles que se asoman de partidos que serán oposición pero que dependen de lo que los jefes políticos de sus partidos definan. Veremos en detalle cómo se desenvuelve esta película, empezando por el show mediático y vergonzoso de los dineros de la paz.