Deshojando margaritas
Por: Margarita Suárez
Cuando entrevisté por primera vez a la hoy designada ministra de Agricultura, Cecilia López Montaño, hace cerca de 15 años, estaba en luna de miel. Había conocido por internet a un Ingeniero de Sistemas colombiano residente en Miami, que dejó todo en los Estados Unidos, para venir tras ella. Ese amor cibernético se oficializó en matrimonio civil. Vivían juntos en un apartamento en Bogotá donde ella cuidaba a sus nietos, los mellizos Joaquín y Emilia, mientras su hijo Carlos Alberto, entonces vicepresidente de la Bolsa de Valores, se encontraba en el exterior. Una abuela genial, dedicaba gran espacio de su tiempo y de su residencia para consentir y disfrutar a sus nietos como si fueran sus hijos. Su esposo Jaime Obregón, parecía alucinado, feliz con lo que estaba viviendo, departiendo con esta brillante mujer con quien tertuliaba “sabroso”. Infortunadamente esa relación terminó antes de completar cinco años. En ese momento Cecilia buscaba espacio en el liberalismo para ser precandidata presidencial. Con su hablado costeño pensé que era de esa zona, la realidad es que nació en Bogotá hace 79 años y vivió desde pequeña en Barranquilla. Tiene una brillante hoja de vida. Economista y especialista en Demografía de la Universidad de los Andes. Habla inglés y francés. Ha sido conferencista y consultora de organismos internacionales, congresista, diplomática, directora del antiguo Seguro Social, directora nacional de Planeación, ministra de Agricultura y de Medio Ambiente. Fue reconocida como mejor senador del 2008, por el canal RCN TV. La revista Cambio la escogió como Mejor Congresista del año, dentro de la edición especial de personajes de 2008. Uno de sus anhelos, según informan personas allegadas, era regresar al ministerio de Agricultura. La escuché afirmar que “los problemas más serios del país están en el sector rural”. Decía también que “el drama de Colombia es el narcotráfico y la guerra, y el escenario de estos conflictos es fundamentalmente rural. El campo es un sector que ha sido maltratado, subestimado, en donde la acción empresarial es muy difícil”. Ha sido crítica del TLC con los Estados Unidos que ahora el presidente electo quiere renegociar después de 10 años de vigencia. Amanecerá y veremos.
