Luis Alfonso Albarracín Palomino
Conducir por la ciudad de Neiva, se ha convertido en un peligro y en una seria amenaza, para los neivanos por la incultura que corroe la mentalidad de algunas personas, porque no respetan las señales de tránsito. Muchos vehículos y motociclistas, se pasan los semáforos en rojo, se estacionan en cualquier lugar prohibido, entre otros actos, que se han vuelto un estilo de vida, pero que desdice mucho del respeto que debe reinar en las calles de la ciudad. Cuando nos desplazamos de un lugar a otro en la ciudad de Neiva, se ha tornado en una verdadera tortura, por la lentitud del desplazamiento y por la indisciplina social que reina entre los vehículos de servicio público, de algunos particulares y motos que no respetan las normas de tránsito, cuando circulan por la ciudad.
Los guardas de tránsito han venido desarrollando su tarea para ejercer controles y vigilancia en los puntos neurálgicos de la ciudad. Pero existen algunos lunares que empañan su labor. En muchos casos se ensañan en algunos sitios que desdibujan su quehacer cotidiano. Descuidan algunos sitios de la ciudad que merecen su permanente atención, por la cantidad de infractores que no respetan las normas de tránsito. Pero, que un domingo, donde las familias neivanas acuden a disfrutar la gastronomía en restaurantes urbanos de la ciudad, se estacionen 8 guardas en la puerta del restaurante El Tinajón ubicado en el barrio Chapinero, con el fin de ahuyentar a los clientes que acuden a estacionar su vehículo o su moto en una vía de tres carriles, es bastante excesivo.
Un establecimiento que actualmente genera 20 empleos permanentes y que sufrió durante 18 meses los efectos de la pandemia y que, gracias a la tenacidad de sus propietarios, han vuelto a recuperar su dinámica de oferta gastronómica para todos los huilenses que diariamente acuden a deleitar lo más exquisito de los platos que ofrecen. Respetuosamente considero que durante las dos horas que dura el periodo del almuerzo, no afecta, ni obstaculiza el tránsito de esta importante arteria de doble vía, porque quedan libres dos carriles de ida y vuelta. Este es un mensaje para la Secretaría de la Movilidad, que debe estructurar los planes de vigilancia y control en todas las vías de la ciudad. Se le sugiere flexibilidad para apoyar dichas iniciativas empresariales, que contribuyen a fortalecer los ingresos tributarios del municipio de Neiva.
Igualmente sucede en otros sitios donde se desarrollan estas actividades, pero que nunca van a ejercer iguales controles. Sería interesante que la Secretaría de Movilidad evaluara la posibilidad de implementar la idea de establecer el modelo de cobro por estacionamiento en vía, como ocurre en otras ciudades del país. Podía ser una medida innovadora, que contribuirá a generar nuevos empleos y, por ende, recursos adicionales al fisco de esta localidad.
Esta iniciativa puede causar molestia y no está exenta de críticas de algunos sectores de la opinión pública. Pero se deben buscar alternativas para que no se presenten estas situaciones incómodas para los propietarios y usuarios de esta clase de negocios, sin afectar la libre circulación por las vías de Neiva. Igualmente, la fotomultas sería una medida drástica que obligaría a los conductores y motociclistas a cumplir con lo establecido en el Código Nacional de Tránsito.