Por: Santiago Suárez Florez
El pasado fin de semana el gobierno entrante publicó su informe de empalme presidencial en el cual un equipo de 2.853 personas estuvieron analizando en detalle lo que deja el gobierno de Duque y como el nuevo gobierno se va a organizar para afrontar los diferentes retos. Allí aparecen una serie de aspectos positivos, regulares y negativos en los cuales el gobierno Petro se va a concentrar.
Hablando del sector minero energético el informe resalta puntos importantes, en el cual ven como crítico y preocupante, como era de esperarse, los pilotos de fracking que se implementaran en Puerto Wilches. También hacen énfasis en particular dentro de su análisis crítico la prórroga para el proyecto Soto Norte ya que según el análisis realizado no cuenta con criterios de sostenibilidad social, ambiental y económica.
Por otro lado, huele a que quieren convertir el desarrollo e implementación de energías renovables en un monopolio, ya que quieren ajustar la regulación de la CREG para eliminar las barreras que pueda tener Ecopetrol para realizarlo. La pregunta es, ¿Qué irá a pasar con las compañías extranjeras que están desarrollando plantas renovables no convencionales?
Otro tema que llama mucha la atención es sin duda la declaración de la moratoria minera, que significa que van a revisar en detalle las concesiones ya otorgadas en cuanto a cumplimiento de las obligaciones mineras, ambientales y económicas. No mencionan nada que tenga que ver con la minería ilegal, que realmente es lo que contamina y lo que va en contravía con los parámetros ambientales propuestos. No mencionan tampoco que criterios se utilizarán para evaluar a las concesiones otorgadas y que están en operación, lo cual genera bastante especulación sobre la seguridad jurídica en Colombia.
El informe de empalme sorpresivamente menciona con vehemencia que van a promocionar y adjudicar contratos mineros para depósitos de cobre y litio, minerales esenciales para la transición energética, no se especifica tampoco el método por el cual se van a adjudicar dichas concesiones, ni tampoco si se invitarán o se abrirá la puerta a compañías extranjeras para que vengan con toda su experiencia a realizar la explotación minera o a la exportación de los minerales, ya que menciona que se utilizará en la industria local.
Faltaron por mencionar temas sensibles que fueron centro de debate y disgusto en época de elección, como lo es parar la producción de carbón o frenar la exploración petrolera en su totalidad desde el 7 de agosto. Nos quedan muchas aristas y puntos abiertos que seguramente a partir de la posesión se empezaran a conocer, desde el misterioso ministro de minas que aun no han definido hasta el director de la ANLA.