Por: Hugo Fernnando Cabrera Ochoa
Hace unos meses, el portal web Forbes Colombia, publicó un artículo que tituló “Colombia es el país más desigual de toda América Latina”, basado en un informe del Índice de Desarrollo Regional para Latinoamérica, del que participa la Universidad de los Andes, en el que se expone, que, en la mencionada región, Colombia es la nación con mayores desigualdades entre sus territorios.
Es claro que al referirse a desigualdades se pueden considerar diferentes variables que tendrían que ver con el mismo término, no obstante, en un estudio desarrollado acerca del Índice de Desarrollo Regional para Latinoamérica, de 182 territorios analizados en toda Latinoamérica, nuestro país resulta ser la nación con las mayores desigualdades entre departamentos.
Expresado de otra manera, Colombia es el país de América Latina que contiene las más grandes diferencias entre sus regiones en cuanto a niveles de desarrollo. Dicho análisis contiene veinticinco variables en ocho dimensiones las cuales hacen referencia a la educación, salud, bienestar y cohesión, actividad económica, instituciones, seguridad, medio ambiente y género.
No podemos negar que la pandemia generó un impacto sumamente lesivo para el bolsillo de los colombianos, de eso no hay duda; pero, de todas maneras, para ninguna persona, tampoco ha sido un secreto que históricamente la situación económica de los hogares en este país ha sido crítica, esto se puede corroborar con los datos estadísticos presentados anualmente por el DANE.
En 2020 la pobreza monetaria fue 42,5% y la pobreza monetaria extrema fue 15,1% en el total nacional (Fuente: DANE). Recordemos que la pobreza monetaria, mide el porcentaje de la población con ingresos por debajo del mínimo de ingresos mensuales definidos como necesarios para cubrir sus necesidades básicas. Según el mismo DANE, 3,6 millones de personas ingresaron a la condición de pobreza y 2,78 millones a la condición de pobreza extrema. La pobreza monetaria en el departamento del Huila pasó de un 51,7% en el 2019 a un 55,6%, unas cifras por demás escandalosas.
Revisando otros datos referentes a la desigualdad, evidenciamos otra grave caída, debido a que a nivel nacional el índice de Gini pasó de 0,52 a 0,54, la cifra más alta registrada de todas las mediciones que ha hecho el Departamento Administrativo Nacional de Estadística desde 2012. Para refrescar la memoria, el coeficiente de Gini es un indicador que normalmente se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos, dentro de un país.
La desigualdad social en Colombia es una realidad, no de ahora; la pobreza viene aumentando de manera significativa y las necesidades de la población se incrementan cada día más. Estamos en una situación social y económica, sumamente crítica, a la que se requiere prestar toda la atención.
Mientras las condiciones se mantengan de esta manera y las desigualdades socioeconómicas persistan, en Colombia no habrá paz verdadera y mucho menos duradera. La verdad es que no sé a dónde iremos a parar.