Tres oficiales, cuatro suboficiales y 17 soldados del Ejército Nacional fueron cobijados con medida de aseguramiento intramural, mientras avanza la investigación.
En marzo de 2022, un grupo de 24 militares fueron detenidos por un juez por su presunta participación en una operación militar que resultó en la muerte de once personas en la aldea Alto Remanso de Puerto Leguízamo, Putumayo. El intento de captura del comandante del frente 48 de los comandos fronterizos, identificado como bruno, derivó en una masacre perpetrada en un bazar comunitario poblado por civiles y niños.
La fiscalía dijo que el operativo se llevó a cabo bajo la dirección del teniente coronel Néstor Andrés Cadena Bautista y el comandante del batallón antinarcóticos no. 3 desplegó una unidad táctica cerca de la localidad de alto remanso. Pero el equipo militar, al no poder localizar el objetivo en las proximidades, lanzó un asalto contra la aldea vistiendo ropas no reconocidas por el ejército nacional, lo que provocó la muerte de once personas, entre ellas un gobernador indígena, un líder comunitario y un niño. El viejo. Otras cinco personas resultaron heridas, entre ellas una menor embarazada.
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Los hechos
La operación Mahlon nº 5 comenzó el 28 de marzo a las 7:13 de la mañana, marcando la conclusión del bazar comunitario que atrajo a aproximadamente 300 personas de las aldeas cercanas. El fiscal a cargo afirmó que un tirador de alta capacidad inició el asalto a hombres armados en el bazar, lo que desencadenó una operación militar de dos horas y media que se saldó con la muerte de civiles. Las tropas entraron en la aldea vistiendo trajes que sugerían que se trataba de un grupo armado ilegal, reunieron a la población civil en la cancha múltiple y presuntamente alteraron la escena del crimen.
El Centro de Evaluación de Pruebas (Cevap) de la Fiscalía realizó investigaciones que incluyeron una reconstrucción 3D del lugar y un análisis de la trayectoria de los disparos, lo que indicó que el operativo fue desproporcionado y que no se tuvo en cuenta a civiles durante el tiroteo. En el operativo participan oficiales de alto rango, entre ellos el teniente coronel Néstor Andrés Cadena bautista, el capitán Jorge Erney Marroquín Cadena, el teniente Julián Ernesto Vila Martínez y varios suboficiales y soldados.
Medida intramural
El operativo fue defendido por el entonces comandante general del Ejército, Eduardo Zapateiro, quien dijo que se realizó bajo protocolos de uso de la fuerza y aseguró que los muertos eran integrantes del grupo ilegal. Sin embargo, organizaciones de Derechos Humanos y la comunidad local cuestionaron estas afirmaciones, señalando la presencia de civiles y el contexto de violencia y narcotráfico en la región. Igualmente, una alianza de medios nacionales que hicieron presencia en el lugar, permitió una reconstrucción de los hechos para aportar a su esclarecimiento. Los militares implicados permanecerán en el centro de reclusión del Batallón de Ingenieros No 13 de Bogotá mientras avanzan las investigaciones en su contra.
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