Por: José Eliseo Baicué Peña
Si bien es cierto que el problema de la contaminación ha existido para el hombre desde que se hizo sedentario y estableció los primeros caseríos, nuevas fuentes de contaminación peligrosísima han aparecido como producto de las industrias y de la era atómica que afectan al ser humano haciendo necesaria la defensa mundial en todos los niveles.
El mundo moderno asiste a una constante contaminación y a un deterioro de la ecología, de los ecosistemas, de la capa de ozono. El río Amazonas, el más largo y caudaloso del mundo ha disminuido su caudal.
A lo anterior, se le suma la inconsciencia, la fala de educación, la falta de compromiso y la insuficiencia en las campañas de los pobladores del planeta.
Nuestro país no se queda atrás, el nivel de contaminación ha ido aumentando de manera tal que en vista de esta problemática se han formulado leyes para la gestión ambiental, pero, infortunadamente, se queda en palabra escrita.
En Neiva, la creciente expulsión de humo por parte de los vehículos, los lugares donde se depositan sendos arrumes de basuras, el poco sentido de pertenencia con el río Magdalena, el desperdicio indiscriminado de agua potable para el lavado de carros, y la continua tala de árboles con diferentes propósitos.
Y por supuesto, que todo esto está íntimamente ligado al calentamiento global y al desastre ecológico. Es por eso, que para muchos ecologistas el principal daño al medio ambiente es debido al calentamiento global, y aunque todavía no se sabe con exactitud qué porcentaje de ese fenómeno se debe a las emisiones de contaminantes en los países industrializados y cuánto a un proceso natural que se presenta periódicamente en la tierra, culpan de ese calentamiento a los países más desarrollados.
El propósito de la COP 16 sostiene que para para luchar contra el cambio climático, que amenaza a la humanidad, es necesario recuperar y proteger la naturaleza, que durante miles de años ha sido la encargada de mantener el equilibrio global.
Se habla de descarbonizar la economía, de transición energética, de eliminar la minería, de cuidar los ríos, pero, lo fundamental deberá ser recuperar y preservar los recursos naturales.
Ojalá, esta conferencia mundial y los planes que se elaboren sean viables y realizables cuanto antes. Estas dos semanas, Cali y Colombia son centro de noticias en el mundo.