POR: JORGE ELISEO CABRERA CAICEDO
ENERO 27-2024
La triste y grave realidad en Bogotá, para los propietarios y usuarios de vehículos automotores, es el inmenso deterioro de las vías, sin posibilidad cercana de mejoramiento.
En efecto, tapar los huecos existentes en las calles de la ciudad de Bogotá, requiere una inversión aproximada de seis y medio billones de pesos, cuando lo presupuestado para ello en el año 2024, es apenas, la irrisoria suma de once mil millones de pesos.
No he escuchado ninguna intervención sobre el particular del alcalde Carlos Fernando Galán, como tampoco, ninguna explicación de los concejales que elaboraron el presupuesto en ejecución, sobre la ínfima suma presupuestada. Los nuevos concejales y el alcalde deberán tomar medidas de emergencia para solucionar, por lo menos en parte, este problema. En días pasados tuve la no grata experiencia, al tomar la autopista norte desde la vía paralela, al coger un hueco, se estalló una de las llanas de mi vehículo, al coger un hueco.
Hace algunos años, en una visita a la ciudad de Lima, al observar que no había un solo hueco en las calles, en contraste con Bogotá, pregunté entusiasmado, a qué se debía ese hecho, y se me respondió: “Muy sencillo, un porcentaje determinado del impuesto predial que pagan los propietarios de cada barrio o localidad, es administrado directamente por la respectiva comunidad, con una eficiente, pronta y correcta inversión”.
Se agrava además la situación en Bogotá, con la permanente destinación de una parte de las deterioradas vías, aún de las principales, como en las carreras séptima, novena y once para ciclovías, en lugar de construir unas nuevas para ese fin.
Con desfachatez, se ufanan funcionarios públicos del sector, cuando manifiestan: “Hemos construido X número de kilómetros de ciclovías”, cuando en realidad le han “robado” esas áreas a las vías de vehículos automotores.
ASPIRAMOS ENTONCES SE “TAPEN LOS HUECOS” DE LA CAPITAL Y NO SIGAN “ROBANDOLE” CARRILES A LAS VÍAS PARA VEHÍCULOS.
