Diario del Huila

A un año de una guerra que nunca debió suceder

Feb 28, 2023

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Por: Carlos Tobar

Se cumple un año de la fatídica guerra entre Rusia y Ucrania. Millares de muertos y heridos en ambos bandos, millones de seres desarraigados de sus territorios ancestrales, pérdidas económicas incuantificables, sufrimiento, dolor, abandono, rabia, tristeza,…de niños, mujeres y hombres que no lo buscaron y no lo merecen, los corolarios de una guerra que nunca debió suceder.

Aparentemente, nos han vendido la imagen de una invasión de un imperio, de un país poderoso que quiere anexar un país pequeño, débil que lo único que quiere es mantener su independencia y vivir en libertad. Como es su derecho.

La historia es muchísimo más compleja. Tanto como que tiene sus raíces en las dos guerras mundiales de la primera mitad del siglo XX, pero sobre todo es resultado de la larga guerra fría entre al dos superpotencias nucleares: los Estados Unidos y la Unión Soviética.

El factor más importante es la violación de los acuerdos que explícitamente hicieron los gobiernos de las dos superpotencias a finales de la década de los 80. En 1989 y los años subsiguientes con la crisis del imperio soviético que culminó con su disolución, los gobernantes de los Estados Unidos, George W. Bush y Mijail Gorbachov, después de un proceso de negociaciones proceloso y difícil, convinieron: que la U.R.R.S. permitiría la unificación de Alemania y su incorporación a la Otan, y que los EE.UU. y los gobiernos europeos no extenderían los tentáculos de esa alianza militar a los países de Europa Central considerado por la Unión Soviética su espacio vital de seguridad. James Baker, Secretario de Estado de los EE.UU. y Eduard Shevardnadze, primer ministro de Relaciones Exteriores de la U.R.R.S. llevaron la parte central de las negociaciones de ese acuerdo.

En los años subsiguientes, con la disolución de la Unión Soviética, los EE.UU. y los gobiernos europeos, especialmente en los gobiernos de Clinton, Bush hijo y Obama, con el apoyo de los gobiernos de Europa Occidental, fueron incorporando no solo a la Unión Europea sino a la Otan a países de la vieja órbita soviética: Polonia, Hungría, Bulgaria, Letonia, Lituania,…creando un peligroso cerco sobre Rusia que recuperada económica y políticamente en las dos primeras décadas del siglo XXI, reaccionó exigiendo el cumplimiento de los acuerdos de la década de los noventa.

Ucrania, terminó siendo la gota que rebosó la copa en esta pugna entre superpotencias nucleares. La pretensión de los Estados Unidos, una potencia en decadencia frente a los avances de los pueblos del mundo, de mantener su supremacía es el detonante final de esta conflagración que puede llevar al mundo a un Armagedón nuclear.

Cómo todos los gobernantes con ese poder de aniquilación saben los peligros que entraña, la guerra de Ucrania se ha convertido en una guerra de desgaste de la Otan contra Rusia. Un día cualquiera cuando la situación política interna de los países europeos y de los Estados Unidos lo exija la abandonarán a su suerte (recordemos: Afganistán, Irak, Siria, Libia, etc.). El sacrificado será a la larga el pueblo ucraniano.

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