En una encuesta realizada por Las Juanas Colectiva Feminista, que hace parte del Proyecto de Investigación “Pa’ la Calle sin Acoso”, arrojó que de las 389 mujeres consultadas, 355 afirmaron haberse sentido acosadas en la ciudad de Neiva. Esto representa el 91% del total de las entrevistadas.
Y al preguntarles a las afectadas, los lugares o sitios donde se han sentido vulneradas en las distintas zonas de la ciudad, los mayores casos se registraron en el Parque Santander, la zona comprendida de la carrera primera hasta llegar a la calle 28 del barrio Santa Inés y la carrera segunda entre calles 6 y 9, cerca del Centro Comercial Los Comuneros.
Ahora, para el Observatorio de violencia de género contra las mujeres y acceso a la justicia de Guatemala, el acoso callejero: “son prácticas de connotación sexual explícitas e implícitas ejercidas por personas desconocidas en espacios públicos y semipúblicos que suelen generar malestar en la víctima (especialmente las mujeres) generando efectos psicológicos negativos. Estas son sistemáticas, unidireccionales y no son consentidas por la víctima; donde quienes acosan, no tiene interés en entablar una comunicación real con la persona agredida”.
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Denuncias similares
En este sentido, Ximena Chamorro, cofundadora de Las Juanas Colectiva Feminista expresó: “son conductas que se dan en espacios públicos y semipúblicos, propicias para que se dé el acoso, y entre ellas se encuentran morderse el labio mirando a la otra persona, tomarle la mano sin el consentimiento. Es la intención que hay de por medio y son conductas que si tienen esta connotación, así no parezca. Del acoso callejero al feminicidio hay un paso”.
Y en relación al origen de la investigación denominada, “Pa’ la Calle sin Acoso”, nació debido a las denuncias que realizaban las mujeres en redes sociales relacionadas con esta problemática y a similares situaciones vividas por las investigadoras.
Particularmente, esta clase de hechos se registran cerca de la Universidad Surcolombiana, donde las victimas denunciaban que las asediaban, incluso se dieron casos en que el victimario las seguía.
Los puntos críticos
Ahora el estudio y cruce de datos de las encuestas presenciales y virtuales, dan cuenta que los sitios y lugares donde más se presentan estos hechos, son la carrera primera, Universidad Surcolombiana hasta la calle 28, Parque Santander y la carrera segunda entre calles 6 y 9, cerca del Centro Comercial Los Comuneros.
Y un caso que llamó la atención de las investigadoras, ya que uno de los interrogantes del estudio era “¿Cómo y donde habían vivido el acoso?, allí se dieron cuenta que tres de las víctimas relataron que vivieron el hecho y mencionaron la misma ruta de colectivos y el mismo lugar. Era la ruta 11 que pasa por el barrio Monserrate, al vehículo se subía un chico, quien era exhibicionista y le mostraba a las mujeres su miembro viril, se bajaba en el mismo sitio”, dijo la cofundadora.
Las afectadas no denunciaron el hecho. “Y la crítica es a la ciudadanía que hacen caso omiso ante estas conductas aberrantes. Y les preguntamos por ejemplo seleccione máximo dos lugares en donde habían sido acosadas y ¿qué tipo de acoso habían vivido? Para ello les pedíamos que señalaran en el mapa de Neiva, los lugares donde les había sucedido el hecho, luego cruzábamos las encuestas con el modulo y buscábamos las coordenadas, georreferenciábamos los lugares donde más se presentó esta problemática”, dijo la vocera.
Cambio cultural
El acoso callejero siempre se ha presentado. Y por la connotación, es una violencia simbólica y a la vez invisible, por que la víctima no tiene una herida física o no hay repercusión tangible por este motivo se es tangible.
Y tratar este tema, “es una forma también de reducir otro tipo de violencias. Nosotros hablamos siempre desde la de la mitigación y nunca de la erradicación, porque somos muy conscientes de que erradicar la violencia, nos va a llevar muchos años, tiene que pasar al menos un siglo, para que haya un cambio generacional, y se pueda realmente hacer un cambio de conciencia y social”, puntualizó la defensora.
Ella es consciente que hizo falta adelantar este trabajo en los colegios, donde también se presentarían estos hechos. Asimismo, identificaron que los usuarios de motocicletas son propensos a esta clase de conductas, incluso hasta tocarle las partes íntimas a las mujeres, cuando pasan cerca de las mismas.
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Se sienten ‘machitos’
“El estudio, sí nos permitió conocer que los hombres sienten más poder, al sentir que la chica se siente incómoda o mal con el comentario que le hacen. El sujeto lo disfruta, pero la víctima no, ahí se siente con poder. Y cuando algunas mujeres confrontan a los acosadores, se aburren por el dominio que les quitan o se enojan porque los controvierten, se tornan violentos o acuden a los gritos”, declaró Ximena Chamorro.
Y al preguntarle a la líder, ¿Neiva es una ciudad segura para las mujeres? “su respuesta fue no. Por qué los índices de violencia tanto en la capital opita y el resto del Departamento, se han incrementado sobremanera, desde el año 2020 en adelante y no solamente en casos de feminicidios, sino de violencia sexual y está en algunos casos empieza por el acoso”.
La Administración debe obrar
La defensora social, indicó que estos resultados son un llamado para que la institucionalidad actué. “Claro que nosotras luchamos por defender los derechos de las mujeres, pero no nos corresponde realizar los deberes de la Administración”.
“Esperamos hacer llegar los informes y la cartilla que ya va a ser publicada. Y la Administración Municipal tiene que hacer algo, porque por fortuna aquí en la ciudad no ha sucedido ningún caso, como si sucedió en Cali y la pregunta es ¿Qué estamos esperando? a que se cobre una vida. Y una de las acciones es hacer pedagogía?”, dijo la vocera.
Para salir deben tomar las debidas precauciones, tratan de estar acompañadas, y no consumen demasiadas bebidas alcohólicas.
“Yo creo que nosotros le apuntamos con la investigación a tres cosas: la primera ya se está llevando a cabo, que fue es el proyecto de acuerdo que estamos haciendo con la concejala, Lourdes Mateus, frente a una ‘Neiva sin violencia’. Y el acoso sí es una violencia y lo tercero es hacer incidencia, es uno de los objetivos de Las Juanas Colectiva Feminista”.