Luego de varios días de estar cerrado, con algunas intermitencias de paso, uno de los puntos más neurálgicos de bloqueo, el de Altamira, donde la carretera nacional se bifurca hacia el departamento del Caquetá en esta localidad, estaría abierto hacia el mediodía de este miércoles.
Esto luego de que delegaciones campesinas, comunidades indígenas y docentes llegaran a un acuerdo en tal sentido con el Gobierno Nacional y la Gobernación del Huila, teniendo como garantes a la ONU y la Defensoría del Pueblo.
De acuerdo con los líderes del punto de bloqueo, después de una larga jornada de más de 18 horas de discusión se logró acordar unas mínimas garantías para adelantar el desarrollo de una mesa de conversaciones.
Entre estas, los manifestantes no podrán ser judicializados por la Fiscalía “ni atropellados por la Fuerza Pública por ejercer el derecho a la protesta social”, indicaron.
Igualmente, los representantes del Estado garantizarán un “feliz retorno a nuestros territorios con todas las comunidades que hemos estado aquí en la protesta”.
También se suspende cualquier agresión contra los manifestantes de la región “que estamos aquí para poder garantizar la protesta social”, precisaron los líderes.
En todo caso, las organizaciones sociales continuarán en asambleas permanente, advirtieron.