Las primeras luces del día apenas asomaban cuando una multitud comenzó a congregarse en las afueras del Hospital San Ignacio, en la capital del país.
Eran hinchas de Millonarios y ciudadanos conmovidos, unidos por un sentimiento común: despedir a Javier Acosta, un ferviente seguidor del equipo azul, que había tomado la decisión de someterse a la eutanasia.
El reloj marcaba las 12:00 del mediodía, el momento en que Javier, conocido por todos como ‘Javi’, se preparaba para su último viaje. A lo largo de la mañana, los alrededores del hospital se llenaron de cantos, oraciones y lágrimas. «Javi no a la eutanasia«, gritaba un coro desesperado, en un intento final por persuadirlo de cambiar su decisión.
La historia de Javier había capturado la atención del país entero días antes, cuando su relato se hizo viral en las redes sociales. ‘Javi’ compartió su doloroso trayecto, uno que comenzó con un hongo adquirido en una piscina en Melgar, que terminó provocándole una serie de complicaciones de salud. Las infecciones se multiplicaron y, con el tiempo, lo llevaron a una situación insostenible, tanto física como emocionalmente.
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El relato de su lucha tocó el corazón de los colombianos. ‘Javi’ se convirtió en un símbolo de resistencia ante las adversidades de la vida, enfrentando una enfermedad que le arrebató la posibilidad de continuar luchando. Con una voz temblorosa, había dicho días antes: “Ese hongo le puede dar a cualquier persona, pero en 5 días tenía una llaga que se me pasó al hueso del glúteo izquierdo y luego al derecho. Y ahí empezó todo. La infección comenzó a agrandarse. No hay tratamiento que valga. Además, me salió un ganglio interno en la cabeza. La infección ya me llegó a la cabeza, lo que no me permitiría hablar”.
Sus palabras resonaron en la mente de quienes se habían reunido para acompañarlo en sus últimos momentos. Cuando llegó la hora, Javier fue trasladado discretamente a otro centro médico, donde finalmente se le practicó la eutanasia. El Hospital San Ignacio, en un comunicado oficial, informó que el traslado se realizó bajo estricta reserva a petición de la familia.
“Me voy a descansar”, fue la frase con la que Javier cerró su relato. Una frase que quedará en la memoria de todos aquellos que lo conocieron, directa o indirectamente, como un reflejo de la valentía con la que decidió enfrentar su destino. Así se despidió ‘Javi’, en medio de un mar de emociones, dejando tras de sí un legado de fortaleza en la adversidad.
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