DIARIO DEL HUILA, ANIMALES
La belleza de este anfibio admirado en el mundo por sus características hoy se encuentra en estado crítico de extinción. Una gran parte se encuentra resguardada en el lago de Xochimilco y Chalco.
El ajolote es también conocido como “el pez caminante” a pesar de que es un anfibio. Este vertebrado posee una cabeza ancha y redondos ojos sin párpados, así como branquias, patas cortas y una cola con forma de aleta que le sirve para nadar. Incluso desarrolla pulmones.
Los ajolotes miden unos 23 centímetros de largo, pero pueden llegar a crecer hasta alcanzar más de 30 centímetros. Por lo tanto, tienen un cuerpo largo y delgado de color oscuro a menudo salpicado de motas color café, negro y blanco.
Tiene la capacidad de regenerar su cuerpo y físicamente es uno de los animales más bellos y estudiados del reino animal.
De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de las Especies es una especie que está Peligro Crítico de Extinción. En 2019 esta organización estimó que hay entre 50 y mil ajolotes, la mayoría está resguardada en el lago de Xochimilco y Chalco.
Es una especie neoténica, lo que significa que conserva características de su etapa larvaria cuando ya ha alcanzado la adultez. En muchas ocasiones en cautiverio viven algunos ejemplares albinos, pero esta condición no se presenta en su hábitat natural.
Detrás de esta especie que busca sobrevivir ante las adversidades hay una leyenda azteca que explica el origen de este anfibio y lo sitúa como la representación del fuego y del rayo.
Distribución y hábitat del ajolote
Su distribución se limita únicamente a la zona central de la República Mexicana. Su hábitat son los lagos cercanos a la Ciudad de México y en especial, al lago Xochimilco puesto que la mayor parte de los lagos centrales ya no existen.
En consecuencia, su distribución se ha visto considerablemente disminuida. El ajolote gusta de vivir en las profundidades de las frescas aguas y entre la flora que ahí existe, a una temperatura que oscila rara vez superior a los 20 grados centígrados.
De acuerdo con la leyenda, el Ajolote fue una de las transformaciones del dios Xolotl, quien estaba huyendo de la muerte, de acuerdo con el Acuario Michin de Puebla. Los dioses de la mitología Azteca decidieron reunirse en Teotihuacán para dar paso a la creación del universo.
Hutizilopochtili, Tezcatlipoca, Xochipilli entre otros decidieron arrojarse al fuego, sin embargo, uno de ellos, Xolotl, tenía miedo de sacrificarse por lo que comenzó a huir de su amargo destino. Ante este acto, los dioses que ya habían entregado su vida al viento que lo persiguiera hasta capturarlo para poder dar pie a la creación de las estrellas.
El trabajo encargado al viento no era sencillo, tenía que perseguir a un dios que podría convertirse en cualquier ser vivo, sin embargo, siempre lograba encontrarlo. En su último intento por escapar se convirtió en un anfibio con cuernos que le permitían respirar debajo del agua.