En entrevista exclusiva para el Diario del Huila, Carlos Acero, presidente de Confecoop, indicó que, desde la economía solidaria y el Gobierno nacional, se buscará acabar con este flagelo. Expertos señalan que la tarea no será fácil, mientras las víctimas se ‘ahogan’ en intereses.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Por: Gloria Camargo
Como la peor decisión de su vida, calificó Andrea*, el solicitar un préstamo mediante el uso de las aplicaciones móviles en su teléfono y las cuales, según la publicidad, ofrecen dinero de manera fácil, un tipo de ‘gota a gota’ moderno.
Según la joven de 23 años, estudiante universitaria de la ciudad Neiva, en mayo del 2022, debido a la dura situación económica de su familia, se vio en la necesidad de solicitar un préstamo por cerca de $600.000, sin saber las implicaciones económicas, laborales y psicológicas que tendrían para su vida.
“Debido a que en mi casa se empezaron a ver necesidades, pues mi mamá está enferma y por eso no puede trabajar, sumado a que un salario mínimo no alcanza para los gastos de una vivienda, primero le pedí prestado a mis amigos, pero ninguno tenía dinero, en los bancos es muy difícil y demorado, así que vi una solución rápida en estas App”, relató.
Andrea* indicó que finalmente y ante la penuria, accedió a la APP Vida Luja, donde luego del registro y aceptar los términos y condiciones, solicitar $600.000 en 20 minutos, le desembolsaron $380.000, aunque el pago debía hacerlo completo.
“Primero la tasa de interés me pareció una locura, además ellos cobraban y descontaban por asesorías, diligencias y documentación. Yo conozco el sistema, pero cuando uno necesita, uno acepta”, explicó.
Sin embargo, y en menos de 15 días, los cobradores empezaron hacer de las suyas, llamándole en promedio 15 veces al día para exigir un pago bajo amenazas, por lo cual accedió a otro préstamo en Loco Cash, duplicando su deuda, pues solo podía pagar las cuotas pero no los intereses.
En dicha aplicación, indicó las llamadas e intimidaciones que ocurrían hasta 25 veces al día. “Decían que yo era una ladrona, y además se lo decían a mis contactos. Escogieron una de mis fotos y escribieron ladrona, y la compartieron en redes sociales”, añadió.
A estas alturas, su deuda con los ‘gota a gota’ digitales, superaba el millón y medio de pesos, y aunque pidió créditos en cooperativas, los préstamos legales más la liquidación de su trabajo, se le alcanzaron para pagar intereses.
“Estaba al borde de la locura, no sabía qué hacer con mi vida, lloraba todos los días, entré en una depresión y ansiedad”, indicó Andrea*, que luego de un préstamo con una compañera de trabajo pudo sanear sus deudas, y así pagar solo una sin amenazas.
Sin embargo, esta no es una historia nueva, si no una que se repite por centenas en el departamento del Huila, donde la informalidad se impone día a día.
Panorama regional
Para Carlos Yepes Amézquita, economista, consultor, docente y profesional independiente, la presencia de los ‘gota a gota’ en el Huila se debe a dos factores clave; pobreza monetaria y una economía extractiva.
“El dinero que se produce aquí en la región en gran parte termina fortaleciendo cadenas productivas de otras regiones. Pongamos un ejemplo muy práctico: usted va a comprar un pollo en un almacén de gran superficie y merca productos que no son producidos en el departamento.
Entonces lo que se hace es comprando un pollo que es alimentado, criado y procesado en otra región del país por ejemplo en Cali o Bucaramanga. Así, el dinero que nosotros producimos acá finalmente lo que termina es fortaleciendo las dinámicas productivas de otras regiones, y así con todos los productos agropecuarios”, explicó Yepes.
El economista también indicó que la entrega de los productos financieros, tales como tarjetas de crédito han creado una dinámica donde una persona realice mercados de $100.000 a 36 meses.
Sumado a ello, explicó que el segundo problema es cultural, pues la población accede a los préstamos ilegales, porque tampoco hay una facilidad en el tema de la bancarización.
“Acudir a la banca acá es muy difícil, una alternativa sería el cooperativismo pero la gente le teme a meter plata a las cooperativas o en los bancos, porque se tienen unos cobros excesivos. En una cuenta de ahorros, una persona hace las cuentas y lo que le descuentan por intereses o por manejo y uso de las tarjetas, para ellos no es rentable, pero finalmente terminan en algo mucho peor que es la usura de los ‘gota a gota’, añadió Yepes Amézquita.
Al tiempo el profesional indicó que esta es una alternativa “completamente diabólica”, porque además ellos son los que buscan a las personas para ofrecerles los prestamos de manera fácil, “y le dice le dicen, “le vamos a prestar $10.000 pesos, y por la tarde nos devuelve $11,000, o sea un 10% diario. Eso también se traduce en un efecto inflacionario”, apuntó.
Informalidad, talón de Aquiles
El profesional añadió que la alta informalidad en el departamento y en la ciudad de Neiva, sigue siendo una de las mayores falencias económicas y sociales que le abren paso a los ‘gota a gota’, pues señaló que gran parte de la población “vive del día a día. Por ejemplo, en Neiva, una gran población lo hace, pues es una ciudad que lastimosamente no genera puestos de trabajo, y donde los mayores empleadores son el Gobierno Departamental y el Gobierno Municipal”.
Frente al cuestionamiento de un estimado a nivel departamental que acceda a los prestamistas ilegales, indicó que en lo referente al sector comercio “por lo menos el 70 u 80% acude a esas prácticas de dinero del ‘gota a gota’, y a esto se le debe sumar que detrás de la informalidad está la ilegalidad y la ilegalidad es vecina de la criminalidad”.
Agregando que estas situaciones son una bomba de tiempo para la región, porque un ‘gota a gota’, no cobran con la palabra, “ellos cobran con revólver, con armas. Entonces las personas se ven obligadas a recurrir a cualquier práctica ilegal con tal de poder cumplirles. Y esos flujos de dinero que se manejan en el ‘gota a gota’, le podría asegurar que no provienen tampoco de gente del departamento del Huila.
Denunció que son comerciantes y de financistas que vienen de otros departamentos del país y que le están ocasionando ese gran daño al departamento.
¿Soluciones o pañitos de agua tibia?
Finalmente, Carlos Ernesto Acero Sánchez, presidente Ejecutivo de la Confederación de Cooperativas de Colombia, Confecoop, se refirió a la estrategia que en conjunto con el Gobierno Nacional, vienen desarrollando para poner freno a este flagelo.
“Se está trabajando en el programa de inclusión financiera, con lo que se busca profundizar el micro crédito y las micro finanzas. Se busca que en los próximos cuatro años, una gran posición de colombianos pueda acceder de manera formal al sistema financiero, entre ellos el sistema financiero cooperativo. Por eso, se espera que en marzo de este año, se dé el inicio del programa piloto con 1.000 créditos colocados, de los cuales 75,000 están orientados hacia el tema de producción rural y los restantes al tema urbano”, explicó.
Con esta medida, no solo los asociados sino cualquier colombiano que requiera acceder al crédito pequeño para actividades productivas puedan hacerlo con garantías de legalidad y formalidad, pues se plantea que para el 2004 puede emplearse el se programa para incluir a 900.000 colombianos más.
Una proposición apoyada por el economista opita, quien agregó que “no es imposible cumplir con este plan, pero sería un proceso culturizar a la gente; quienes no tienen cédula, los que están reportados, personas que no saben usar un cajero automático, entre otras”.
Acero también resaltó para este medio de comunicación que, debido de la ilegalidad, los altos intereses y las formas violentas de cobro, “Ministerio de Hacienda, Confecoop y Asomicrofinanzas, adelantan el programa de “apoyo al sector microempresarial con instrumentos de inclusión financiera””.
La iniciativa, establece que con ello se estimule el crédito para cerca de 5 millones de personas, con montos de alrededor de 5 millones de pesos, al que pueden acceder los huilenses desde sus cooperativas.
Cifras entregadas por Datacrédito, establecieron que la situación es alarmante, pues “15 de cada 20 créditos informales son otorgados a estratos uno, dos y tres”. Por lo cual se aconsejó a las personas evitar estos “servicios”, pues están expuestos a una tasa de interés exagerada e ilegal, ser víctima de abusos y daños personales.
¿Quién vigila los prestamistas?
Según el Decreto 1074 del 2015, artículo 2.2.2.35.2, la Superintendencia de Industria y Comercio es la entidad llamada a ejercer vigilancia y control sobre la actividad de préstamos llevada a cabo por personas naturales o jurídicas no sometidas a la vigilancia y control de otra autoridad. Los tipos de crédito que pueden otorgar estas plataformas de crédito en línea son: i) crédito de consumo u ordinario; ii) crédito de consumo de bajo monto; iii) microcrédito y iv) crédito de vivienda.