Charles Barrera, alcalde de Guadalupe, quien residía en una casa propiedad, la cual pertenecía a su hermana y quien interpuso una demanda para reclamarla la vivienda, culminó su proceso de desalojo ayer, martes 25 de abril.
La legitima propietaria del inmueble recibió su la casa de vuelta. Abigail Barrera Ziga, quien en ese momento vivía en el extranjero, presentó la solicitud de restitución el 13 de diciembre del año 2018.
Un juez confirmó el reclamo de que el alcalde Barrera no pagó los derechos de arrendamiento estipulados en el contrato original y las renovaciones posteriores. El alcalde guadalupeño no pudo demostrar lo contrario.
Finalmente, el juez dictaminó que el contrato de arrendamiento sería rescindido y desalojado de la propiedad. Según el demandante, a pesar de que la otra parte habría presentado recursos de apelación para retrasar el proceso, la propiedad no fue transferida como lo exige la sentencia judicial.
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Un pormenor de este caso particular fue el que se presentó meses atrás cuando una mujer escribió “esta casa es mía, Abigail Barrera Ziga” en toda la fachada de la casa hace unos meses utilizando un aerosol para hacer valer su propiedad legal del inmueble.
Sin duda alguna este hecho más allá del componente legal y serio que lo rige, no deja de ser cómico e irónico para los habitantes de este pequeño municipio del departamento del Huila pues no todos los días se ve que desalojen al mismísimo alcalde y primera autoridad de su residencia. Concluye este proceso legal que no deja con mucha gracia al alcalde frente a sus electores.
