Aníbal Charry González
Como consecuencia del pútrido sistema político electoral que nos rige, que sólo sirve a la clase política corrupta y clientelista para obtener el poder y ponerlo al servicio de sus oscuros financiadores y no del pueblo que los elige en un remedo de democracia, cuando realmente lo que tenemos son elecciones de alcantarilla con partidos mafiosos dispensadores de avales con la nariz tapada, donde todo se negocia como tantas veces lo he reiterado en esta columna, es que cada cuatro años elegimos con muy contadas excepciones, gobernantes corruptos que quedan presa de sus ídem financiadores, y por supuesto confiscado el presupuesto público que es del mismo pueblo para pagarles su corrompida financiación.
Por eso la ciudadanía impávida ve como estos bellacos que llegan a los gobiernos cada 4 años, reitero, con muy pocas excepciones para no encostalar a todos en el estiércol de la politiquería, se dedican a enriquecerse ilícitamente en medio de la impunidad, sabedores de la existencia de un régimen penal y disciplinario hecho también a la medida de sus fechorías que les permite terminar su período para vergüenza y lapidación de todo un pueblo así hayan sido destituidos e inhabilitados, como ha ocurrido con el actual alcalde de esta descaecida ciudad Gorky Muñoz, que no solo se mantuvo cínicamente en el cargo cuando debió haber renunciado por dignidad, sino que aspiran a elegir a su sucesor para que continúe con su infectada acción de gobierno.
De ahí que ahora que tenemos que elegir un nuevo gobernante para esta caótica, empobrecida y subdesarrollada ciudad, se hace urgente y necesario elegir un alcalde que haga honor al epígrafe de esta columna: limpio y eficiente, sin prontuario y sin el clientelismo contagiado de corrupción para que se ponga verdaderamente al servicio de la ciudadanía de opinión independiente que lo elija con fundamento en su transparente hoja de vida y en su probada ejecutoria como administrador público.
Y con absoluta convicción de ciudadano sin más compromiso que con el desarrollo eficiente y pulcro de nuestra capital, de los candidatos que aspiran a regir sus destinos el más indicado para que sea elegido es Héctor Javier Osorio, que ya gobernó nuestra ciudad en forma incontaminada y eficiente sin ningún escándalo de corrupción penal y disciplinario, que es una virtud que hay que apoyar en un medio politiquero donde la impronta es la elección y reelección de gobernantes corruptos e infectados.
Héctor Javier Osorio tiene por formación y cultura en el ejercicio de cargos públicos vocación de impoluto y buen administrador de la cosa pública demostrada con la ejecución de múltiples obras en beneficio de nuestra ciudad, que bien podemos decir que aquí no se trata de elegir en medio del desastre que hemos tenido de otros alcaldes como el actual, a malo conocido que bueno por conocer como se dice en el argot popular, sino de bueno conocido que malo por conocer, y por eso, si queremos que vuelva el progreso a Neiva como dice su lema de campaña, debe ser el próximo alcalde de Neiva.
