Deshojando margaritas
Por Margarita Suárez
La diseñadora de modas española, Agatha Ruiz de La Prada, dijo en un reportaje: “Cenar con Gabriel García Márquez fue una de las mayores decepciones de mi vida. Es uno de los personajes que preferiría no haber conocido. Me defraudó muchísimo. ´Cien años de soledad´ es el mejor libro del mundo, lo he leído 20 veces. Pero él iba mal vestido. Y no era nada simpático”. Creo que me pasó algo similar cuando conocí y entrevisté en su despacho al entonces Representante a la Cámara, Gustavo Petro Urrego. El reportaje lo realicé previo a las elecciones de 2006, por solicitud de Carlos Gutiérrez Robayo, director de la revista Colombia Ganadera, de la cual yo era coordinadora general. Carlos es casado con María Teresa Alcocer, hermana de la pareja de Petro. La revista abría sus páginas a todos los sectores políticos. Eran extensas conversaciones cara a cara con los personajes del momento. Se realizaban en sus despachos o en sus residencias, tengo infinidad de anécdotas que algún día recopilaré en un libro. Recuerdo haber entrevistado figuras de la talla de Germán Vargas Lleras, Antonio Navarro, Enrique Peñalosa, Carlos Gaviria, Claudia Blum, Dilian Francisca Toro, Horacio Serpa, Álvaro Uribe Vélez, Rodrigo Rivera, José Obdulio Gaviria, Andrés Felipe Arias, Antonio Caballero, Daniel Samper, Francisco Santos, el Fiscal Luis Camilo Osorio, Cecilia López, el general Álvaro Valencia Tovar, Patricia Cárdenas, Andrés UIriel Gallego, José Félix Lafaurie, Rafael Pardo, entre muchos. Gutiérrez no apoyaba políticamente a su concuñado, sentía cierto desprecio por sus ideas y su bochornoso pasado. Para el Senado estaba de frente con la candidata Marta Lucía Ramírez. El afán de Petro por “democratizar” la tierra y aumentarle impuestos, explica en parte la poca devoción de Carlos por su concuñado. Ayer como hoy, Petro temía por su seguridad. Era amigo de Hugo Chávez y lo admiraba. En el buen sentido de la palabra diría que lo amaba. En la entrevista Petro afirmó textualmente: “Hugo Chávez está haciendo en Venezuela lo que el M-19 quería hacer… ¿Y cuál es el pecado? En un lugar de la tierra se está haciendo lo que nosotros queríamos. ¿Y por qué voy a pensar que eso está mal hecho? Lo defiendo y quisiera que pasara en nuestro país”. Plof!