El caos en la movilidad de Neiva se ha convertido en un verdadero viacrucis para los neivanos. La irresponsabilidad de la mayoría de los vehículos de servicio público y de las motociclistas que circulan por las vías de Neiva, están generando un verdadero caos en la salubridad del ambiente de la ciudad. Pero lo más grave es la irresponsabilidad de las ambulancias, que acuden sin control alguno, raudas a auxiliar a las personas heridas que se presentan en los accidentes de tránsito. Con sus sirenas, se convierten en verdaderos velocípedos de la muerte, porque pasan sin respetar las señales de tránsito y con el riesgo alto de provocar accidentes de tránsito. Están generando un desbordamiento de la capacidad institucional para ejercer los controles que conduzcan a frenar esta incultura de los conductores irracionales que no respetan a los demás vehículos y motociclistas que van por las mismas vías. Cuando suenan dichas alarmas, los conductores deben buscar orillarse para darles paso, so pena de ser chocados o arrollados por estos irracionales.
Lo anterior, están provocando que los accidentes de tránsito se conviertan en un nuevo estilo de vida para los conductores irresponsables, que no respetan las señales de tránsito. Y los demás que, si lo cumplen, se ven expuestos al peligro latente de estos velocípedos que nos les interesa la vida, ni la de sus familiares. Es una irracionalidad que cada vez se incrementa y que se ven reflejados en los múltiples accidentes de tránsito que a periódicamente ocurren en esta ciudad. No nos explicamos por qué cuando ocurre un accidente, se debe tener un sistema de comunicaciones, que debe atender una central, para que solo acuda una sola ambulancia al sitio del siniestro. Pero no. Acuden hasta cuatro ambulancias a la vez.
El caso sucedido hace dos días, cuando una ambulancia adscrita a Saudlaser se vio involucrada en un accidente que resultó en un incendio, dejando dos miembros de la tripulación heridos y la pérdida total del vehículo de emergencia. El conductor de la ambulancia presuntamente perdió el control del vehículo en inmediaciones del Colegio Nacional Santa Librada, terminando estrellado contra un árbol en la carrera 12. El impacto ocasionó que el vehículo se prendiera en llamas, generando una situación de emergencia. Este ha sido claro ejemplo que se vive cuando estos vehículos circulan por las vías de la ciudad. No se pueden volver a presentar esta clase de accidentes en nuestra ciudad. Las autoridades sanitarias, deben ejercer un control estricto sobre las ambulancias. Como si fuera poco, esta problemática social, se convierte en un peligro latente para las personas que salen afectadas por estos accidentes. La misma Personería de Neiva había advertido de los riesgos que representaba la falta de control en el sistema de operación y funcionamiento de las ambulancias en el municipio.