El Rincón de Diana
Por Diana Montes
En las democracias desarrolladas las contiendas políticas se hacen con altura, con ideas, con proyectos, con propósitos, con programas y con un supremo espíritu de respeto al contendor, precisamente, porque ésta es la fórmula ideal que ha remplazado a las contiendas bélicas de la antigüedad que surgían de posiciones violentas de unos grupos políticos contra otros para conquistar el poder. Por lo menos, esta ha sido la experiencia política que se registró en Colombia, en el siglo XIX a partir de las guerras que le dieron su independencia.
Esta tendencia o digamos este vicio histórico ha persistido en forma soterrada a partir de la guerra de los Mil Días, en pleno siglo XX.
Pero es raro que, en los albores del siglo XXI, estas estrategias se mantengan como una fórmula de publicidad política.
Lo anterior, lo digo, porque a mi campaña política para conquistar el privilegio de ser la primera Alcaldesa por voto popular, han llegado amenazas jurídicas que han sido protocolizadas en los juzgados y que, gracias a la hermenéutica de los jueces, los juicios han sido siempre a mi favor porque los procesos fueron alimentados con argumentos falsos, calumnias y acusaciones mentirosas. Desde luego este tipo de amenazas proviene de otras campañas que persiguen el mismo fin político que yo defiendo, como se hace en las democracias desarrolladas, porque considero que mis contenedores son personas dignas de respeto y admiración porque están comprometidas en una competencia por prestarle los mejores servicios a un municipio tan importante como Garzón.
Por esta razón, de mi campaña nunca saldrá un mensaje insultante ni calumniador para ningún candidato. Solamente el pueblo es el que tiene el derecho a escoger cuál es el de su preferencia y expresarlo libremente en las urnas este 29 de octubre.
Otra fórmula de publicidad como amenaza política son los supuestos boletines de algunas organizaciones armadas clandestinas que supuestamente existen como vigías de los resultados de los procesos políticos que se dan en el país. Esas aparentes organizaciones, en la realidad no son más que las mismas expresiones de violencia que se emiten en algunas campañas contra los oponentes, que lideran las preferencias populares en las encuestas. Por esta razón, a los candidatos que aparecen en las listas amenazantes, los convoco a estar tranquilos y a seguir su trabajo intenso para que el pueblo sepa con precisión cuál es la calidad de cada uno y pueda escoger el mejor Alcalde para nuestra ciudad.
Por mi parte, estoy tranquila y decidida a no renunciar, bajo ninguna amenaza, a mis firmes propósitos de servir con amor y entusiasmo a todos los moradores de nuestro municipio a través de su Alcaldía. Gracias, queridos garzoneños, el triunfo está cerca y estamos seguros que haremos la mejor Alcaldía de la historia.