Luego concluir su proceso de recuperación y rehabilitación, una babilla, dos boas, una zarigüeya junto a sus siete crías y una serpiente corredora, fueron liberadas.
Tras haber sorprendido a los vecinos de un conjunto residencial en el norte de la capital huilense y posteriormente ser valorada en el Hogar de Paso de Fauna Silvestre en Neiva, una babilla (Caiman crocodilus), fue devuelta a su medio natural al norte del departamento.
Este animal silvestre de 75 centímetros de longitud, fueron liberados en espacios con condiciones ideales para las especies, dos boas (boa constrictor) de 13 y 27 kilogramos, una familia de siete zarigüeyas (Didelphis marsupialis) y una serpiente corredora (Dendrophidion bivittatus).
La serpiente corredora se liberó en un bosque con suficiente vegetación, propicio para que siga desarrollando su papel en el ecosistema. Las boas, por ser de gran tamaño, fueron ubicadas en un espacio alejado de la ciudad de Neiva y de cualquier actividad humana. La babilla se liberó en inmediaciones al río Magdalena, su hábitat natural y donde frecuentemente se puede observar esta especie. Por su parte, la familia de zarigüeyas, una mamá y sus siete crías, fueron liberadas en un área protegida del norte departamento.
Los animales silvestres habían sido rescatados una semana antes cuando gracias al llamado oportuno de la comunidad se logró atender los casos, permitiendo la debida recuperación y posterior liberación de los especímenes.