Reza la canción: vida nueva. Sí que es verdad, superemos los agüeros, la hechicería, los talismanes y amuletos, etc. El futuro se construye desde el presente, nada viene por azar; lo que viene mañana es fruto de lo que siembra hoy. Dejemos el estilo de vida marcado por la lotería, la suerte y el mañana mejor, sin hacer nada para lograrlo. Todo es fruto del trabajo no de la suerte. Por favor, no le eche la culpa a Dios para escudar su pereza y holgazanería. La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla. Por favor, dejemos de ser plañideras sin comprometernos con nada; no seamos rémoras que dependamos de los demás; brille con luz propia, sea constructor de su futuro. No busque disculpas y excusas para que lo compadezcan y lo ayuden. Superemos la cultura del pedir, cambiemos el disco duro por el ofrecer. No espere de los demás, ¿usted que ofrece a los demás? Estamos cansados con una cultura que llora por todo; si llora por el ocaso del sol, las lágrimas no le dejan ver las estrellas. Este país es pobre porque así lo hemos querido. Colombia ha sido dotado por el Creador con unas enormes riquezas; parecemos unos pordioseros pisando una mina de diamantes. Llevamos más de doscientos años de independencia con el mismo discurso, programas sociales por montón y nunca salimos de la pobreza. Como que la pobreza es una buena arma electoral, hay que mantener al pueblo pobre para poder manipular los votos, ¡qué desastre! Un pueblo con hambre, su voto es estomacal, vota por quien le ofrece el oro y el moro. Tenemos que superar la cultura de la dependencia y entrar en la cultura de la productividad. Europa central quedó en la más terrible miseria después de la segunda guerra mundial: hambre, miseria, pobreza extrema, desempleo, mutilaciones, etc. ¿Cómo se recuperó? ¿Con programas asistenciales? ¡Noooh, por favor! Con programas productivos; en menos de dos décadas tuvieron que importar mano de obra y salieron de la miseria como el ave fénix. Aquí llevamos llorando por más de dos centurias y los cordones de miseria siguen creciendo. Sigamos buscando disculpas, tomemos conciencia, sólo la cultura de la productividad nos sacará de la pobreza. Dejemos la cultura de un mañana mejor sin un compromiso con el hoy. Por favor, sea gestor de su propio desarrollo. Dios le ha dado mucho para seguir adelante: manos para trabajar, mente para proyectar y rectificar, corazón para amar y construir familia. La prosperidad está en sus manos, comprométase con ella, trabajando. No deje pasar el tren de las oportunidades; recuerde que el tren pasa y si no se sube en él, no vuelve a pasar. El año 2022 debe estar marcado por una toma de conciencia que lo que ha hecho bien, lo puede mañana mejorar y lo que ha hecho mal, mañana lo puede rectificar; emprenda un plan de mejoramiento y tendrá excelentes resultados. No espere para mañana lo que puede hacer hoy. Sueñe sí, pero con los pies en la tierra. Sea Quijote, pero lleve un Sancho que lo aterrice. Por favor, aprenda de los errores.
