Durante años se ha hablado que los antidepresivos causan efectos secundarios tales como náuseas, aumento de peso o problemas de sueño, pero ahora, expertos concluyen que también influyen en la forma como el cuerpo recibe los antibióticos causando una resistencia hacia los mismos.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
Los antidepresivos son una opción de tratamiento popular para la depresión. Aunque es posible que no puedan curarla, pueden reducir los síntomas. Lo que sí se tiene que saber es que es posible que el primer antidepresivo que se suministre funcione bien. Sin embargo, si no alivia los síntomas o causa efectos secundarios que molestan, es posible que tenga que ser reemplazado.
Como cualquier otro medicamento, los antidepresivos tienen efectos secundarios que varían según el tipo de medicamento y la persona. Los efectos secundarios molestos, como sequedad en la boca, náuseas, aumento de peso o problemas sexuales, pueden dificultar el cumplimiento del tratamiento.
Aunque la depresión o ansiedad son trastornos que indudablemente se deben tratar, siempre se debe ayudar de un médico de cabecera para que se haga de la forma más sana posible y que este suministro de medicamentos no altere el funcionamiento normal del cuerpo.
En el caso de algunos antidepresivos, el monitoreo de los niveles sanguíneos puede ayudar a determinar el rango de efectividad y hasta qué punto se puede ajustar la dosis para ayudar a reducir los efectos secundarios. En raras ocasiones, los antidepresivos pueden causar efectos secundarios graves que deben tratarse de inmediato.
Antidepresivos y los antibióticos
En los últimos año se ha evidenciado que, pese a que los antibióticos eran los medicamentos más vendidos en el mundo, hoy por hoy compiten en el mundo farmacéutico con los antidepresivos, que se han vuelto de mayor comercialización.
Esto sin duda preocupa al cuerpo médico por el crecimiento de trastornos que implican que los seres humanos estén consumiendo cada vez más antidepresivos, pero esta no es la única pelea que tienen los dos medicamentos, pues en el interior del cuerpo humano se batalla de manera más fuerte.
Un reciente estudio publicado en las revistas más prestigiosas de la medicina, se publicaron uno de los resultados que más alarmados tienen a los profesionales de la salud. A la conclusión que han llegado los expertos es que el alto consumo de antidepresivos corta los efectos de los antibióticos.
No obstante, los investigadores advierten, en una entrevista para Nature, que, si bien este descubrimiento supone una preocupación que no debe pasarse por alto, no significa que los pacientes con un tratamiento de antidepresivos deban abandonarlo. “Si tienes depresión, debes tratarte de la mejor manera posible; dejemos las bacterias en segundo lugar”, recomendó Jianhua Guo, investigador principal y uno de los autores del estudio.
Es de resaltar que durante el último siglo se han desarrollado nuevas generaciones de antibióticos que han permitido desechar los más antiguos, para los que las bacterias patógenas ya han adquirido resistencia. Pero es una carrera contra la evolución que difícilmente se puede ganar, lo máximo que se puede lograr es tiempo para el desarrollo de nuevas formas de luchar contra las bacterias infeccionas.
Muchos expertos en salud mental creen que ciertas sustancias químicas cerebrales, llamadas neurotrasmisores, están asociadas con la depresión, particularmente la serotonina, la norepinefrina y la dopamina. La mayoría de los antidepresivos alivian la depresión al actuar sobre estos neurotrasmisores, a veces denominados mensajeros químicos, que contribuyen a la comunicación entre las neuronas cerebrales. Cada tipo de antidepresivo actúa sobre estos neurotrasmisores de maneras ligeramente diferentes.
Otros efectos
Por lo general, las náuseas comienzan enseguida después de comenzar a tomar un antidepresivo. Puede desaparecer después de que el cuerpo se acostumbre al medicamento.
El aumento de peso debido a la retención de líquidos o a la falta de actividad física puede ser otro efecto ya que se tiene más apetito cuando se alivian los síntomas de la depresión.
La fatiga y la somnolencia son comunes, especialmente durante las primeras semanas de tratamiento. Algunos antidepresivos pueden causar insomnio, lo que dificulta dormir o permanecer dormido, por lo que puede estar cansado durante el día.
La sequedad de boca es un efecto secundario común de muchos antidepresivos. A menudo se asocia el estreñimiento con los antidepresivos tricíclicos porque estos interrumpen el funcionamiento normal del tracto digestivo y de otros sistemas orgánicos. Otros antidepresivos también causan estreñimiento algunas veces.