A la expectativa se encuentran productores en el Huila ante el posible aumento en las áreas sembradas, especialmente en los llanos orientales y Casanare, lo que generaría una sobreoferta y una reducción en los precios al agricultor.
Diario del Huila, economía
Por: Gloria Camargo
Varios son los factores que por el momento están afectando la tranquilidad del sector arrocero frente a una posible sobre oferta del grano y que podría impactar negativamente en los precios al productor.
Así lo señaló Martín Vargas Chacón, representante de Dignidad Arrocera en el departamento del Huila a nivel nacional, quien indicó que “realmente la cosecha en los llanos orientales, la cosecha de mitad de año nos afecta significativamente en el precio del arroz al interior del país, especialmente en los departamentos de Huila y Tolima”.
Una situación que desde la Federación Nacional de Arroceros ha extendido un llamado al Gobierno Nacional para mantener estabilidad en el gremio.
Según Fedearroz, los productores también deben “adoptar medidas que ayuden a mantener la estabilidad que tuvo el gremio durante el año 2022”.
Frente al tema, Rafael Hernández Lozano, gerente de la entidad, indicó que para evitar una sobreoferta temporal, se deben tomar medidas urgentes para que los productores planeen el número de hectáreas a sembrar en la próxima cosecha y que estas no superaran lo registrado en 2022.
Sin embargo, en Colombia se prevé un aumento en las áreas sembradas, especialmente en los llanos orientales y Casanare, debido a los buenos precios que tuvo el producto el año pasado.
Factores adicionales
Para Vargas Chacón esa ha sido una gran excusa de la industria para argumentar los bajos precios.
“Esa es la gran excusa que ha usado siempre la industria, que el ingreso de la cosecha de mitaca, para los meses de junio, julio y agosto afecta el valor, pero es donde juegan con el precio del agricultor”, puntualizó.
Al tiempo añadió que no se están tomando las medidas necesarias para no afectar al productor pues “el costo de producción hoy está en 11.500.000 de pesos para una hectárea de arroz. Entonces el llamado es al Gobierno Nacional desde donde realmente tienen que haber unas políticas acertadas hacia el sector agropecuario, porque no podemos seguir jugando a lo que está haciendo la industria, que de manera irresponsable está bajando el precio de arroz paddy verde”.
Y es que según el representante, solo en el último mes, los campesinos tuvieron un impacto negativo tras una reducción de 11.000 pesos en la carga de arroz.
Añadió además que “le sumamos el gran problema realmente que nos tiene agobiados y es el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Este bajón de hace un mes es precisamente porque una gran industria en Colombia se ganó una gran parte de la subasta y ahí es donde viene el meollo del asunto.
También hay una preocupación realmente significativa por parte de los arroceros del Huila y de todo el país y es el acuerdo de la Comunidad Andina, CAN, porque se puede transportar vía terrestre por San Miguel – Putumayo – Orito, el grano y esta situación con lleva a que se presenten hechos de contrabando por las carreteras del departamento del Huila y Tolima, y que se distribuyan a los grandes almacenes de cadena y a las grandes superficies de la industria molinera.
Por eso le pedimos al Gobierno Nacional como Dignidad Agropecuaria la instalación de unas políticas acertadas porque tiene que haber un control de vigilancia en contrabando”, puntualizó.
Finalmente agregó que es la Superintendencia de Industria y Comercio quien debe realizar un control vigilado para el precio de arroz blanco.
Cifras del sector
El productor fue enfático en señalar que hace un mes en el departamento del Huila, la carga de arroz se estaba pagando sobre los 253.000 pesos, pero la industria la bajó a 242.000 pesos carga al productor.
“Este es el monopolio de la industria molinera, a futuro no sabemos qué va a pasar porque solo hay especulaciones. La experiencia que tenemos es que cuando el arroz comienza subir, le suben 1.000 o 2.000 pesos, pero cuando comienzan a bajarlo le bajan son 10.000, 8.000 y hasta 15.000 pesos de un solo totazo cómo se dice popularmente. Ahí es donde nos llevan a pérdida, porque no hay un Gobierno o quién controle la industria.
El arroz es uno de los alimentos más importantes en la dieta de los hogares colombianos, y según Fedearroz, una persona puede consumir hasta 43 kilos de este producto al año. Debido a su gran importancia en la seguridad alimentaria, es fundamental que se siga fortaleciendo su producción en el país.
A pesar de su importancia, el Índice de Precios al Productor y el Índice de Precios al Consumidor se han reducido en el presente año, lo que ha generado una disminución en el costo de producción de una tonelada de arroz en Colombia. Con corte a marzo de 2023, se ha establecido que el costo de producir una tonelada de arroz se redujo a 1,92 millones de pesos, lo que representa una disminución del 2% con respecto al mes anterior.
“Aunque el IPC mantiene una variación anual del 39,34%, este año se ha venido apaciguando y en el último mes tuvo una variación de 0,5%. Esta estabilización en los precios se dio pese a que «en 2022 hubo un incremento en costos de producción para el arroz de 40%», sostuvo la Federación.
Lo que ya encendió las alarmas, pues según Hernández, “con este panorama de mejores precios y descensos en la producción, surge la preocupación de que haya una sobreoferta en la siembra precisamente en este mes es cuando se siembra la mayor cantidad del área de la cosecha”.
A la fecha no hay datos exactos de cuánto podría crecer la siembra, ya que los productores estarán en esta etapa hasta mayo, no obstante el gremio espera que se realice la misma evaluación previa que les dio éxitos en 2022, es decir, hacer una óptima planificación de las hectáreas.
“Hoy el país tiene hoy un menor inventario que el que tuvo en años anteriores, y si hay un menor inventario, la industria tiende a nivelarlos con las compras de la cosecha. Por esta razón, es necesario que se adopten medidas para garantizar un adecuado almacenamiento y manejo del producto”.
No obstante, este no es el único punto que llama la atención, pues se ha señalado desde la entidad, una preocupación ante la falta de recursos para el incentivo en almacenamiento, estrategia con la cual se busca sacar del mercado los excedentes temporales.