En aras de tener un reglamento estatutario distinto, disipar la corrupción que presuntamente se vive al interior de las ágoras de la universidad pública del Huila y repensar las dinámicas generales que se viven al interior del centro de aprendizaje, el estamento estudiantil y profesoral, busca la Asamblea Constituyente Universitaria. Lo anterior, como un camino para reivindicar el proyecto universitario y darles especial importancia a las funciones misionales del Alma Mater.
DIARIO DEL HUILA, PRIMRE PANO
Por: Johan Eduardo Rojas López
Fotografías: Felipe Poloche
Una crisis evidente se vive al interior de la Universidad Surcolombiana, lo que ha impulsado, a estamento estudiantil y profesoral, repensar y reflexionar sobre la situación real que se vive en las ágoras del Alma Mater. Bajo esa lógica nuevamente se piensa en la Asamblea Constituyente Universitaria que se tiene en el radar desde hace muchos años en la universidad por razones expuestas públicamente.
Se cree entonces que, por esta vía de la constituyente universitaria, se va a establecer un consenso en materia de reformar el estatuto general de la Universidad en donde se establezcan condiciones claras de gobernabilidad. Esta iniciativa de las organizaciones de base de la USCO, apoyada por el Consejo Superior Estudiantil, Mesa Amplia de Profesores y sindicato de profesores ASPU, SINPROUSCO. La mayoría de los colectivos están haciendo estas apuestas y, al parecer, existe el respaldo de la comunidad Universitaria para arrancar con este proceso.
La soñada Asamblea Constituyente Universitaria es un deseo de los colectivos del plantel formativo que buscan sentarse a repensar la institución y redireccionarla hacia aquellos objetivos misionales. “Que las decisiones se tomen de una manera colectiva, digamos un poco desde abajo, y ya no desde arriba para darle cabida a quienes hemos estado padeciendo. Queremos hacerle un llamado a la comunidad huilense para que se apropie más de su Universidad y no permita que continúe secuestrada en unas pocas manos con intereses muy particulares totalmente ajenos al interés colectivo. La idea es tener una universidad pública sólida académicamente y abierta a todas las expresiones y manifestaciones con el fin de que a través de la misma podamos avanzar en el proceso de construcción de región y de país. Mostrar quienes somos para quitar esa imagen de vándalos que quieren hacer ver”, manifestó el docente Hernando Gutiérrez.
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Alternativa
El abogado Alfredo Vargas Ortiz, por su parte, señaló que, esta alternativa y en general los procesos contribuyentes nacen precisamente en situación crítica, como la que en este momento enfrenta la universidad pública del Huila. En ese sentido, la propia connotación política los invita como ciudadanos a tomar decisiones en todas aquellas situaciones que los aquejan.
“La propia constitución educativa señala que la comunidad educativa deberá participar en la dirección de las instituciones de educación porque en Colombia está garantizada la autonomía universitaria. La base de estas normativas es una característica de la participación ciudadana y la activación de todos los escenarios para que la vida política, cívica y comunitaria del país se desarrolle. Tenemos todo un marco normativo que favorece esta iniciativa, la ley 30 establece concretamente en el caso de los Consejos Superiores quienes definen las políticas académicas administrativas y quienes organizan la planeación institucional”, afirmó el abogado.
Esta iniciativa también busca formalizarse dada la importancia que la misma experiencia, les obligó a darle porque el Alma Mater no tiene mecanismos de participación completamente legítimos dentro de la democracia. Por tanto, Vargas Ortiz, dijo que, “ha habido decanos y rectores que no han cumplido su función y no ha habido revocatoria. Una institución en la que se hable de democracia, la revocatoria del mandato de una persona que ha sido elegida por la población universitaria, debería existir. El movimiento estudiantil de la universidad Surcolombiana está organizado y de acuerdo con esta necesidad y en esa medida queremos que exista una democracia participativa que se base en la lógica del reconcomiendo de la pluralidad.
Lo que viene
Paso a seguir, se presentará la propuesta al Consejo Superior Estudiantil para que mediante acuerdo se institucionalice la iniciativa y en la medida de que eso ocurra se pueda organizar unas mesas de trabajo para empezar a discutir los procesos de reforma a todos los mecanismos de participación y reformar nuestros estatutos para abrir la posibilidad de que se acabe con esos procesos de interinidad que se han presentado por la falta de un ejercicio meritocrático.
Esta idea de reorientar el rumbo de la gobernabilidad, participación y deliberación en materia de democracia en la universidad, pretende, entre otras cosas, recuperar el rumbo de la misionalidad del mismo plantel educativo. A raíz de eso, se pretende establecer prioridades y no actuar por favores políticos. “La universidad requiere la definición de presupuestos participativos y que se establezcan las prioridades porque es inaudito que se gaste al año $10 mil millones en contratistas, mientras tenemos todas las dificultades”, concluyó.
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Recuperar el rumbo de la universidad
Julio Jaime Salas, catedrático de la Universidad Surcolombiana, expresó que, la Universidad es mucho más que este ‘limbo jurídico’ o escándalo en el que se encuentra actualmente, pues desde el año 2014, la USCO ha trazado un horizonte en término de un Plan de Desarrollo Institucional que piensa el Alma Mater como un sistema interdependiente compuesto por: formación, investigación, proyección social y el componente administrativo.
Gracias a las movilizaciones realizadas entre el 2014 y 2016 se logró construir varios proyectos educativos universitarios, sin embargo, según el catedrático el horizonte de proyecto educativo universitario se ha visto amordazado jurídicamente por una serie de intereses clientelares.
“Esto que estamos haciendo hoy es una alerta de un gran obstáculo que no ha permitido que ese plan de desarrollo institucional construido colectivamente se logre afianzar en el territorio. Hemos tenido logros importantes en estas áreas, sin embargo, eso no es un logró de una administración sino de docentes y estudiantes que pese a todas las dificultades que tiene la universidad han logrado construir. Los estudiantes de la universidad siguen impactando la región en los diferentes sectores y necesidades. Nosotros no podemos seguir jugando a esos pequeños grupos de poder que se ha tomado la Universidad Surcolombiana”, indicó.
En consecuencia, es fundamental superar esta crisis para pensarse como una universidad al alcance de la realidad regional. Es importante, además, acabar con el ‘cerco informativo’ que, para Jaime Salas, unos grupos tienen controlada y han permitido que “la gente hable con miedo por el acoso jurídico y desvirtuando a aquellos que interpelan la institución. Romper el cerco mediático y contar lo que pasa al interior de la universidad”.
“La Universidad está desacreditada socialmente”
Alexandra Uribe, docente del programa Ciencia Política, también se refirió frente al tema y dijo que, durante 52 años el Alma Mater ha tratado de consolidar una apuesta por el conocimiento, pensamiento crítico y la transformación social, sin embargo desde la década de los 90s la institución se ha visto limitada porque ha predominado el interés particular y mezquino de elites regionales que se han disputado el control financiero en detrimento de la ética, el sentido de lo público y el conocimiento. De acuerdo con la docente, de manera paulatina lo admirativo se ha ido imponiendo las funciones misionales de la Universidad.
“Hoy estamos acreditados de alta calidad, pero hay muchos retos para que eso corresponda con la realidad. La universidad está desacreditada socialmente y las prioridades son la vinculación de contratista potencial electoral y no realmente las problemáticas que se tienen. Hay un colectivo en la universidad que ha planeado quedarse en el poder durante 20 años y que crea estrategias de marketing a la vanguardia de la politiquería contemporánea para vender una imagen de una mujer bondadosa, trabajadora y salvadora de la institución. No se trata de un ataque personal y tampoco por razones de género, sino de la necesidad de la crítica y autocritica”, aseveró.
Por tanto, le hizo la invitación a la profesora Nidia Guzmán Durán para el diálogo dado que todos deben contribuir en repensar la universidad porque hace parte del departamento. También se habló de la importancia de reconocer la lucha de los estudiantes quienes tienen razones justas para exigir mejores condiciones en todos los sentidos.
Finalmente, hasta el cierre de esta edición los estudiantes de la Universidad Surcolombiana protestan ante por la incertidumbre jurídica que existe frente a la rectoría en la institución y demás inconformidades que viene expresando.
