De 108 senadores, solo 40 son incondicionales a Petro. Reformas a la salud, pensional, laboral y de narcobandas ocasionarían desbandada.
Vienen semanas decisivas para el Gobierno en el Congreso, ya que este es el encargado de tramitar las reformas sociales que impulsa el presiden Gustavo Petro.
Por: Hernán Galindo M
Foto: Colprensa
“Los congresistas son como tiburones: huelen la sangre a kilómetros”. En estos términos, la representante Katherine Miranda –de la Alianza Verde, partido declarado de Gobierno– resumió lo que podría enfrentar a partir de esta semana el presidente Gustavo Petro en el Congreso a la hora de tramitar sus ambiciosas reformas. ¿La razón? Lo descuadernada que hoy aparece su coalición y la amenaza de que los partidos comiencen a bajarse del bus.
En Senado y Cámara Petro no tiene mayorías aseguradas, pese a que los partidos mayoritarios se declararon oficialistas, por lo que su “frenesí reformador” (como lo llamaron a nivel internacional) podría fracasar.
El desafío no es de poca monta. En poco más de 3 meses de sesiones ordinarias –que arrancaron el pasado jueves e irán hasta el próximo 20 de junio–, el mandatario espera tramitar con éxito proyectos como el Plan de Desarrollo, la ley de narcobandas y las reformas a la salud, pensional y laboral, por no mencionar otras iniciativas que vienen en cola; una de ellas es la cuestionada reforma política.
Aunque la coalición de gobierno en Senado abarca 78 congresistas, solo 40 –entre Pacto Histórico, verdes y Comunes– le son incondicionales a Petro, los demás tienen dudas por lo polémicas que han resultado ser las reformas que propone y el año electoral en el que está el país. Ahí tienen más interés.
En contraste, Petro tiene en su contra una oposición con 28 senadores del Centro Democrático, Cambio Radical y Mira, a la que podrían sumarse los indecisos que hoy están en las filas de liberales, conservadores o la U. Entre estas 3 bancadas hay 38 votos tambaleando.
Una situación similar se presenta en Cámara. Aunque la coalición de gobierno incluye 144 representantes, solo 69 son incondicionales al presidente. A primera vista la oposición solo tendría 38 votos, pero si les araña votos a liberales, conservadores o la U (75 representantes) podría hacerse a mayorías.
Y es que contrario a la buena imagen y a las mayorías con las que el jefe de Estado arrancó su gobierno apenas hace 7 meses, ahora se enfrenta a un ambiente cada vez más enrarecido y adverso. Detrás de todo están los reparos y cuestionamientos a su reformatón, los cuales se suman a los frustrados ceses al fuego que pactó el presidente bajo la sombrilla de la paz total con el ELN y ahora con el Clan del Golfo.
Las señales de alarma
Muestra de esas flaquezas que se acentúan en el Parlamento fue la decisión de Cambio Radical de declararse partido de oposición, pese a que se mantenía en una independencia crítica. Sin embargo, esa no es la única señal de alerta.
También las sombras que encapotan la reforma política, a la que ya le achacan no micos, sino “orangutanes”. “Es triste que no solo no se tuvo en cuenta ninguna de nuestras sugerencias, sino que la ponencia para la vuelta es aún peor”, reclamó desde la propia bancada de gobierno la representante Catherine Juvinao (Alianza Verde).
Otro síntoma de las fisuras que se abren en la coalición son los dientes que le han venido mostrando partidos que conforman la bancada de gobierno, como Liberales, Conservadores o la U. Se trata de colectividades que han expresado sendos peros a la reforma a la salud de Petro, con lo que ratifican que su apoyo no es muestra de que le van a dar a todo un sí absoluto.
“Seguramente las reformas sufrirán cambios como ya lo estamos viendo con la de salud”, admitió, entre la resignación y la nostalgia, el senador Pedro Flórez, de la bancada del Pacto Histórico.
“Petro nunca la tuvo fácil, y ha corroborado que una cosa es ser gobierno y otra ser oposición. El pulso no es fácil. Es un año electoral y los empresarios, por ejemplo, en la reforma laboral, jugarán un papel importante. Es obvio que la reforma a la salud no saldrá como él quería y le digo que la reforma política hoy parece prácticamente muerta. Lo que Petro no logre sacar en estos 3 meses ya no lo podrá tramitar después”, advirtió la representante Miranda.
El senador Iván Cepeda aseguró que los proyectos están avanzando, pese a que hay dificultades. “El proyecto de sometimiento cuenta con mayorías. Con la reforma a la salud, tras un proceso álgido, se ha logrado llegar a un mínimo nivel de consenso, al igual que con la pensional y la laboral. Las principales iniciativas están presentadas y tendrán una discusión intensa junto al Plan de Desarrollo”, explicó, aclarando que la coalición “tiene el pie puesto en el acelerador” y que –de ser necesario– no descartan convocar a sesiones extras.