Después de 15 años de espera, 80 familias campesinas desplazadas por la construcción de la hidroeléctrica de El Quimbo en el Huila comenzaron a recibir tierras productivas como parte del proceso de reparación. El presidente Gustavo Petro entregó este viernes las primeras 940 hectáreas en un acto que busca restituir los derechos de las víctimas de este megaproyecto.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Luego de 15 años de espera, las primeras familias desplazadas por la construcción de la hidroeléctrica de El Quimbo comenzaron a recibir tierras productivas como parte del proceso de reparación. Este viernes, el presidente Gustavo Petro lideró la entrega de 940 hectáreas a 80 familias campesinas en el municipio de Gigante, Huila, en un acto simbólico que representa el primer paso en la restitución de derechos para quienes fueron desplazados por este megaproyecto.
El proyecto hidroeléctrico de El Quimbo, inaugurado en 2010, afectó a más de 8.000 hectáreas en siete municipios del departamento. Con una inversión cercana a los 1.200 millones de dólares, fue la obra más grande de la empresa Enel en América Latina. Sin embargo, su impacto en la región fue devastador para las comunidades rurales, ya que más de 8.500 hectáreas fueron inundadas, eliminando la producción agrícola local, la cual generaba más de 32.000 millones de pesos anualmente.
La reparación a los campesinos
El Gobierno, bajo la dirección de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), ha adquirido alrededor de 5.000 hectáreas en el Huila. De estas, 3.000 hectáreas se destinarán específicamente para la reparación de las víctimas del proyecto hidroeléctrico. Esta reparación incluye tanto a las familias reconocidas judicialmente en la sentencia T-135/13 de la Corte Constitucional, como a aquellas que, si bien no fueron incluidas formalmente, también sufrieron los efectos del desplazamiento.
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Las familias que serán beneficiadas con esta entrega inicial forman parte de la Asociación de Afectados por la Central Hidroeléctrica El Quimbo (Asoquimbo), que ha sido un actor fundamental en la lucha por los derechos de los campesinos desplazados.
Un acto simbólico y de justicia histórica
La entrega de tierras se llevó a cabo en la hacienda El Tejar, ubicada en la vereda La Guandinosa, jurisdicción de Gigante. Este evento liderado por el presidente Petro, quien estuvo acompañado por la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, y el director de la ANT, Felipe Harman. La presencia de altos funcionarios del gobierno resaltó la importancia de este proceso de reparación para el país, en un esfuerzo por devolverles a los campesinos las herramientas para recuperar su autosuficiencia y dignidad.
El impacto del megaproyecto y el futuro de las tierras
El proyecto de El Quimbo no solo significó la pérdida de tierras productivas, sino también un golpe profundo a la economía local y al tejido social de las comunidades afectadas. La inundación de grandes extensiones de tierras fértiles, que antes eran el sustento de miles de familias, dejó un vacío económico que aún se siente en la región.
Sin embargo, con la entrega de estas primeras 940 hectáreas, el gobierno busca comenzar a revertir ese daño. Las tierras otorgadas a las familias desplazadas tienen el potencial de ser productivas y permitir a los campesinos restablecer sus proyectos agrícolas. Este proceso es solo el inicio de un camino largo hacia la completa reparación de las comunidades afectadas por El Quimbo.
Este acto no solo representa una reparación material, sino también un reconocimiento a los campesinos que han sido históricamente invisibilizados en medio de los grandes proyectos de infraestructura. Con esta entrega, el gobierno de Petro reafirma su compromiso con la justicia social y la dignificación del campesinado en Colombia.
Después de más de una década de espera, la entrega de tierras a los campesinos desplazados por el proyecto hidroeléctrico El Quimbo marca un hito importante en el proceso de reparación de víctimas en el país. Este paso representa el inicio de un proceso de justicia y recuperación para miles de familias que perdieron su sustento y su hogar. El Gobierno del Cambio sigue avanzando en su objetivo de devolverle la tierra a quienes han sido históricamente marginados y afectados por los grandes intereses económicos.
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