El 57,1 por ciento de los empresarios encuestados dice que, si cambian la jornada laboral, aumentaría sus costos.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
Un sondeo realizado por el Observatorio de la MiPyme de Acopi en 2023 reveló que el 57,1 por ciento de los empresarios encuestados considera que un cambio en la jornada laboral incrementaría sus costos. Este cambio es parte de la reforma laboral que ha sido aprobada en la plenaria de la Cámara de Representantes, y que incluye un artículo que adelanta el inicio de la jornada nocturna. Actualmente, esta jornada comienza a las 9 de la noche, pero, si la comisión séptima y la plenaria del Senado también dan su aprobación, se trasladaría a las 7 de la noche, lo que significaría que los trabajadores ganarían dos horas adicionales.
Junto a esta propuesta, se encuentra otro artículo que eleva el pago de los recargos dominicales al 100 por ciento (en la actualidad es del 75 por ciento). Ambas medidas generan preocupación en los gremios económicos debido a los sobrecostos que podrían acarrear. Según el Consejo Gremial, de aprobarse tal y como está, se produciría un aumento en los costos laborales de las empresas, afectando su competitividad y, en algunos casos, esto podría trasladarse al precio final de los productos o servicios.
En un documento enviado al Congreso, se señala que el incremento en los costos podría resultar en una menor contratación de personal para las franjas nocturnas. Además, advierten que esta medida podría aumentar la siniestralidad laboral, dado que habría menos trabajadores realizando las mismas tareas, lo que implica un alto riesgo.
Jaime Alberto Cabal, líder de Fenalco, ha manifestado que los comerciantes, así como los negocios de comidas, bares, alojamientos, entretenimiento y empresas de seguridad privada, se verán obligados a reducir costos, lo que podría traducirse en menos personal, recortes en las horas laborales o aumentos en los precios al consumidor. Según ha indicado, las empresas del clúster comercial son las más afectadas, ya que son las que más operan en las noches, fines de semana y festivos.
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Un estudio realizado el año pasado por la Asociación Colombiana de Empresas de Servicios Temporales (Acoset) indicaba que adelantar la jornada nocturna a las 7:00 p.m. conllevaría que quienes contratan en el horario de 2:00 p.m. a 10:00 p.m. pasarían de pagar una hora con recargo a 3 horas, lo que incrementaría en un 200 por ciento el pago de recargos nocturnos para los trabajadores en este horario.
Desde la Asociación Colombiana de Pequeños y Medianos Comerciantes (Acopi), se advierte que las pequeñas empresas, ya enfrentando dificultades financieras, podrían tener menos incentivos para formalizar el empleo, optando por la informalidad para evitar el aumento de costos. Además, sostienen que adelantar la jornada nocturna podría reducir la productividad y desincentivar la contratación. De acuerdo a su análisis, el incremento de costos podría llevar a muchas empresas a disminuir sus operaciones nocturnas, impactando negativamente en la productividad general y en la contratación formal.
Sin los ajustes normativos o compensaciones adecuadas, también podría surgir una inseguridad jurídica que aumente los litigios laborales, afectando especialmente a las miPymes con estructuras administrativas débiles. Por último, advierten que los costos adicionales probablemente se trasladarían al consumidor final, incrementando los precios de bienes y servicios, lo que afectaría aún más la competitividad en mercados con márgenes de ganancia ya reducidos.
En resumen, el 34,3 por ciento de los encuestados anticipa que el cambio podría resultar en la reducción de puestos de trabajo, el 29,8 por ciento menciona la incapacidad para contratar nuevos empleados, y un 5,2 por ciento podría verse forzado a cerrar sus negocios. Asimismo, el 58,4 por ciento de los empresarios indicó que, de implementarse la modificación en las jornadas diurnas y nocturnas, reducirían su fuerza laboral entre uno y cinco empleados.
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