Libardo Montealegre Murcia
En el país volcánico en que estamos viviendo , y no es en sentido figurado , cada día tenemos una o varias noticias que son como sismos que mueven el ambiente social y la economía .
En el fin de semana pasado , para ser más precisos, el domingo fue noticia la presencia pública armado hasta los dientes de un individuo de apellido Mordisco, que según las informaciones de prensa es un calificado asesino narcotraficante y ahora líder político de las Farc que han dado en llamarse las disidencias , cuando desde el principio el país supo que esa guerrilla nunca se desmovilizó completamente , ni ha cumplido con los ahora sagrados acuerdos de La Habana. Presencia grosera y retadora.
¿Que se negociará con ese individuo, el tal Mordisco y sus secuaces, por parte de este gobierno empeñado en desmembrar el país y demoler las instituciones como lo manifiestan a cada momento el mismísimo presidente y su claque ministerial en cada aparición pública? Es una afrenta a la sociedad tenga que tenga que aceptar las imposiciones de los asesinos de policías y ciudadanos que por años han actuado por fuera de ley y que hoy gracias a la laxitud de un presidente y la falta de firmeza de un cuerpo armado constitucional como lo son el ejército y la policía, están llegando al poder por la puerta de atrás , sin haber sido elegidos por nadie . No es cierto que el triunfo electoral de este gobierno le dio carta blanca para hacer lo que le venga en gana , incluyendo demoler la institucionalidad , el cambio es para mejorar no para dañar . Y dañar es lo que estamos viendo que es en lo que se empeña este gobierno.
En el campo económico, el apuro por el reformismo en lo laboral , en la salud, en las pensiones, por ahora, es el apuro por destruir lo construido que de ser aprobado por el Congreso , traerá años de atraso y devolverá el reloj de la historia económica de Colombia 30 años por lo menos, en desarrollo empresarial , en aseguramiento a la salud, en el mejoramiento de indicadores de superación de la pobreza , y con los mordiscos que se le van a dar la institucionalidad negociando (negociando qué ¿?) con los narcos terroristas de las disidencias de las Farc, con el clan del golfo y el ELN (capítulo que debe ser analizado a profundidad ) se esta mandando un mensaje perverso a la inversión , a la estabilidad jurídica , a la generación de empleo , a la creación empresas , a la misma reindustrialización que dice buscar este gobierno y la tecnificación del sector rural .
No es con discursos grandilocuentes , creyéndose el salvador del mundo , como ahora pretende en suma egolatría el presidente , como va a unir a Colombia y encauzarla hacia la senda de un desarrollo sostenible que consulte los retos del cambio climático y el bienestar general de la población .
Ni es con mordiscos a la dignidad del ser humano colombiano , a la dignidad de las fuerzas militares , a la dignidad de la sociedad en general, como se logrará una mejora calidad de vida en el país .
Duele este mordisco al país , duele Colombia.