Desconocidos, que se movilizaban en una motocicleta, lanzaron una granada de fragmentación contra una compraventa de café, ubicada en la carrera 2 No 6-37, justo frente a las instalaciones del terminal de transporte del municipio.
El ataque dejó a la comunidad en estado de shock, especialmente debido a su naturaleza y la hora en que ocurrió. Afortunadamente, el negocio se encontraba cerrado al público en ese momento, lo que evitó una tragedia. Sin embargo, un joven que pasaba cerca del lugar fue alcanzado por las esquirlas de la explosión, resultando herido en un brazo. El herido fue rápidamente trasladado a un centro asistencial donde se está recuperando satisfactoriamente.
La onda expansiva de la granada causó daños significativos en la estructura del edificio. El techo del segundo piso y la fachada principal de la compraventa sufrieron daños visibles, lo que evidencia la potencia del explosivo utilizado en el ataque. Los residentes cercanos al lugar reportaron un estruendo y vidrios rotos como consecuencia del impacto.
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Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar los móviles del atentado. Según fuentes, hay serios indicios de que el ataque podría estar relacionado con actividades extorsivas por parte de grupos armados que operan en la región. Al parecer, la compraventa de café había sido objeto de presiones y amenazas por no pagar las llamadas «vacunas» extorsivas, una práctica común en ciertas áreas del país donde estos grupos ejercen control y coerción sobre comerciantes y empresarios.
Por su parte, la Policía Nacional y el Ejército han incrementado su presencia en la zona, realizando patrullajes constantes y operativos de control para prevenir futuros ataques y mantener el orden público.
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