Gloria Camargo
Los precios de la gasolina en Colombia han aumentado en promedio 1.989 pesos por galón en los últimos siete meses, con el incremento más reciente registrado en abril de este año, de 401 pesos en promedio. El precio de referencia en septiembre de 2022 era de 9.180 pesos, mientras que actualmente está en 11.167 pesos, un valor nunca antes visto en el país.
Sin embargo, si se observan los precios de las diferentes ciudades, algunas están pagando mucho más que otras. Villavicencio es la ciudad que registra el precio más caro, con 11.673 pesos, seguida por Cali (11.611 pesos), Bogotá (11.573 pesos), Manizales (11.564 pesos) y Pereira (11.554 pesos). Por otro lado, los precios más bajos siguen estando en las ciudades ubicadas en la zona de frontera, como Cúcuta (9.625 pesos) y Pasto (9.316 pesos), gracias a beneficios tributarios que permiten que el costo sea más económico en comparación con el resto del país.
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El Gobierno Nacional no tiene planes de frenar esta tendencia alcista, ya que está buscando disminuir el hueco fiscal que acumuló el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc) durante meses por no hacer los incrementos debidos cuando subían los precios del petróleo, la gasolina y el diésel en los mercados internacionales.
A pesar de que estos aumentos están destinados a mejorar la economía del país, también han tenido un efecto colateral en la inflación, que en febrero y marzo llegó a 13,28 % y 13,34 %, respectivamente. Desde junio del año pasado, hasta cuando hubo relativa estabilidad en los precios de los combustibles, la gasolina ha aportado 0,4 puntos de la inflación acumulada hasta febrero de este año.
En los últimos ocho meses, los precios de los combustibles se han incrementado en un 14,3 %, 5,5 puntos más que la inflación total en ese periodo. De esta manera, dentro de los 188 rubros de la canasta familiar, los combustibles son uno de los cinco que más aportan a las alzas. Aportan 0,4 puntos de alzas, al igual que el arriendo imputado.
Entre tanto, los pagos por comprar carro nuevo o usado y el transporte urbano (otro precio con control gubernamental) aportan 0,5 puntos cada uno. Y el gasto que más aporta, con 0,8 puntos, es el de comidas listas compradas por fuera del hogar.
A pesar de que el gobierno ha justificado estos aumentos como una medida para disminuir el hueco fiscal del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc), es importante que se sigan tomando medidas para equilibrar la economía del país y garantizar la estabilidad financiera de la población.
