El transporte intermunicipal en Colombia se encareció un 7,6% este año, impulsado por los altos precios de los combustibles y los peajes. Este aumento pone en alerta a usuarios y transportadores, quienes sienten el impacto en su bolsillo. ¿Cómo afectará esto la movilidad en el país?
DIARIO DEL HUILA, ANALISIS
En 2024, el costo del transporte intermunicipal de pasajeros ha experimentado un notable aumento, según el último informe del Índice de Costos del Transporte Intermunicipal de Pasajeros (Ictip), publicado el pasado 23 de octubre por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). En lo que va del año, los costos del transporte intermunicipal acumulan un crecimiento de 7,6%, lo que ha generado preocupación entre las instituciones y los ciudadanos, particularmente debido a los aumentos en los precios de los combustibles, las tarifas de peajes y el uso de terminales de transporte.
Los factores que explican el incremento en los costos
La tendencia creciente en los costos del transporte intermunicipal de pasajeros ha sido impulsada por varios factores clave, como el aumento de los precios de los combustibles y los peajes. De acuerdo con la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), el aumento de 7,6% en los costos en lo corrido de 2024 se ha visto principalmente motivado por los incrementos en los precios de la gasolina y del diésel, así como el ajuste de las tarifas de peaje, que impactan directamente a los prestadores del servicio de transporte.
Uno de los principales motores de este crecimiento ha sido el alza de los combustibles, especialmente la gasolina y el Acpm. Desde octubre de 2022, el precio promedio de la gasolina ha pasado de más de $9.700 por galón a cerca de $16.000 en octubre de 2024. Esta situación responde a las medidas adoptadas para disminuir el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (Fepc). Por su parte, el precio del diésel también ha experimentado aumentos significativos desde que se acordó entre el Gobierno y los transportadores un incremento de $400 en septiembre de 2024, como parte de un acuerdo alcanzado tras el paro nacional.
Otro factor que ha generado un aumento en los costos del transporte intermunicipal ha sido el incremento de las tarifas de peaje. Luego de haber permanecido congeladas desde 2022, en agosto de 2024 se aplicó un aumento del 4,64% en las tarifas de peaje, equivalente a la mitad de la inflación del año 2023, con el objetivo de nivelar las tarifas con los aumentos de precios registrados en los últimos años. Este aumento se sumó a otros costos asociados al uso de terminales y los insumos de mantenimiento de los vehículos, que también han experimentado incrementos.
¿Qué significa este aumento para los transportadores y usuarios?
El incremento en los costos de transporte intermunicipal tiene efectos tanto para los transportadores como para los usuarios. Los transportadores de buses intermunicipales, en particular, han sido los más afectados por los aumentos en los costos de combustibles y peajes, contribuyendo al 1,1% y 0,8% del aumento, respectivamente. Le siguen las busetas y los microbuses, cuyos incrementos en los costos también han sido significativos, aunque en menor medida.
A pesar de este aumento en los costos, los datos aún no muestran un traslado directo a los precios del servicio para los usuarios. Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el transporte intermunicipal experimentó en septiembre una leve contracción del 0,5%, lo que indica que, aunque los costos han aumentado, estos no se han reflejado completamente en las tarifas del servicio. No obstante, en términos acumulados, el precio del transporte intermunicipal solo ha subido un 1,1% en lo corrido de 2024, sin que esto haya tenido un impacto significativo en la variación total del IPC.
Proyecciones para el futuro del transporte intermunicipal
A medida que el año avanza, se espera que los efectos del incremento en los costos sobre los hogares y las dinámicas de movilidad en el país se hagan más evidentes. Aunque el Ministerio de Transporte ha reportado un crecimiento del 3,0% en el transporte terrestre de pasajeros hasta septiembre de 2024, a pesar de una ligera disminución del 0,6% en el número de pasajeros transportados en septiembre respecto al mismo mes de 2023, los efectos de los aumentos en los costos podrían generar cambios en los patrones de movilidad a futuro.
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En particular, las proyecciones sugieren que los aumentos continuos en los combustibles y peajes podrían incentivar a los ciudadanos a reconsiderar sus opciones de transporte, buscando alternativas más económicas o menos costosas, lo que podría traducirse en una disminución en el número de pasajeros que optan por el transporte intermunicipal en busca de un ahorro. Si bien la tecnología y la conectividad permiten una mayor disponibilidad de servicios de transporte privados (como aplicaciones móviles y plataformas de movilidad), la regulación en estos servicios y su disponibilidad en regiones más alejadas del país aún representa un reto para el sector.
El rol de las autoridades y las empresas del sector
Ante este escenario, las autoridades gubernamentales y las empresas encargadas del transporte intermunicipal deben tomar acciones para mitigar los efectos del aumento de costos en los usuarios. Las medidas de subsidios o alivios fiscales podrían ser una opción para aliviar el impacto de los aumentos en los precios de los combustibles y peajes sobre los hogares colombianos. Asimismo, las empresas del sector deben seguir innovando en sus estrategias operativas para optimizar el uso de los recursos y reducir los costos operativos sin sacrificar la calidad del servicio.
Un desafío para el sector del transporte y los usuarios
El aumento en los costos del transporte intermunicipal de pasajeros en Colombia durante 2024 ha generado un impacto considerable en el sector. Los aumentos en los precios de los combustibles y las tarifas de peajes han sido los principales responsables de este incremento, lo que ha incrementado los costos operativos de los transportadores. Si bien los precios no se han reflejado aún de manera significativa en las tarifas para los usuarios, es posible que en el futuro cercano se produzcan ajustes que afecten directamente a quienes utilizan el servicio de transporte intermunicipal.
En este contexto, tanto las autoridades gubernamentales como los transportadores deberán monitorear de cerca la evolución de los costos y la demanda para evitar que estos aumentos impacten negativamente a los hogares colombianos y para garantizar que el sector del transporte intermunicipal siga siendo accesible y eficiente para todos los usuarios. La implementación de estrategias para mitigar estos incrementos será crucial para garantizar que los beneficios del transporte intermunicipal continúen llegando a los ciudadanos sin que se genere una carga financiera innecesaria sobre los hogares colombianos.
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