Según datos de la Dijín, el año pasado, en plena pandemia del covid-19, la suplantación de identidad creció 409%, en mayor medida a través de correos electrónicos para falsificar documentos y hacer compras. La suplantación de identidad es un delito que consiste en hacerse pasar por otra persona para obtener un beneficio. Se pueden clonar tarjetas y obtener datos.
DIARIO DEL HUILA, INFORME
Por: Rolando Monje Gómez
Colombia dispone de una regulación especial para poder hacer uso de medios tecnológicos desde hace más de 20 años, gracias a la Ley 527 de 1999, pero dado el retraso que afrontaba nuestro país, la aplicabilidad de esta normativa era muy baja. Otra de las normas es la Ley 1474 de 2011 que permiten la incorporación digital y de tecnologías a los entes del Estado para avanzar en este sentido.
Precisamente, dicha ley introduce la firma digital, como una herramienta que identifica plenamente a la persona que firma un mensaje de datos, un documento, un correo electrónico y asegura jurídica y técnicamente que el documento firmado es igual que el original.
Sin embargo, la falsificación de documentos para acceder a contratos con el Estado, la suplantación de identidad para abrir líneas telefónicas, obtener créditos financieros o para hacer compras por internet son algunos de los delitos que afectan actualmente a los colombianos y al sector público.
Según la Dijín, la suplantación de sitios web fue de 4.776 casos durante el 2020, frente a 892 casos en 2019, lo que representa una variación del 435%. En cuanto a la suplantación de identidad, por correos electrónicos, se presentaron 1.527 casos en 2020, y en el año inmediatamente anterior se habían presentado solo 300.
Los únicos objetivos de la ciberdelincuencia en relación con la suplantación de identidad no son las personas. El reporte de la Policía reveló que la suplantación de sitios web creció 358% con 4.353 casos en 2020, en comparación de los 951 reportados el año anterior.
La suplantación se da en mayor medida a través de correos electrónicos, con los cuales se busca la falsificación de documentos para acceder a contratos con el Estado, para obtener créditos financieros y hasta para hacer compras por internet.
Una de las formas de suplantación de identidad más usual es el de personas a través de firmas de un documento escaneado. Dicha rúbrica puede circular por redes hasta que el delincuente tenga acceso a ella y la utilice para sus fines delictivos.
Otros mecanismos de suplantación digital, se puede presentar cuando se apoderan de una página web, correo electrónico o, inclusive, las redes sociales de otra persona. De esta forma el delincuente puede robar información o cometer delitos en nombre de la persona que está suplantando.
También puede tomar otras formas a través de tarjetas de crédito captadas por los delincuentes para hacer transacciones a nombre de una persona. La suplantación por teléfono es otra de las prácticas más comunes, con la que se busca, por ejemplo, hacer compras de productos o servicios en nombre de una persona que no los ha solicitado.
Cuando una persona crea un perfil falso en redes sociales en el que utiliza la imagen de una persona estaría constituyendo un delito si por medio de este perfil falso se utilizan los datos de la víctima.
Claves seguras
A nivel de las entidades estatales, las Cámaras de Comercio, por ejemplo, ya están trabajando en la incorporación de claves seguras, reconocimiento biométrico y huellas faciales y dactilares de los clientes para evitar cualquier tipo de usurpación a la identidad. En el Huila la Cámara de Comercio tiene el servicio de reconocimiento biométrico.
El problema, más allá de los datos entregados, es que los criminales los utilizan para cometer otros crímenes, como estafa, a través de la suplantación, por lo que muchos se preguntan qué pueden hacer en una situación de esas.
Desde el punto de vista de protección de datos personales, hay que tener en cuenta que las autorizaciones que un usuario da para compartir sus datos personales son una justificación para decir que el uso de información no procede de una fuente ilegal.
Las entidades gubernamentales más suplantadas por medio de correos maliciosos, han sido la Dian, la Fiscalía General de la Nación, la Policía Nacional y el Ministerio de Salud.
Cada 24 horas son reportados a la Fiscalía General de la Nación en promedio 67 casos nuevos de infracciones a la ley de delitos informáticos (Ley 1273 de 2009).
Así sacan líneas de celulares
Aunque existen varios tipos de robo de identidad, la suplantación para tomar servicios de telecomunicaciones es un delito que a pesar de que no es nuevo, sí tomó fuerza durante el 2020.
Al respecto, un informe de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) evidenció que solo entre el 1 de enero y el 31 de julio de ese año, la entidad recibió 1.904 denuncias de suplantación de identidad, que representaron un aumento del 11,76 % con relación al mismo lapso de 2019.
De acuerdo con lo indicado por la Policía Nacional, los delincuentes incurren en dos delitos: primero suplantan a alguna persona para adquirir servicios con algún operador de telecomunicaciones, y después realizan fraudes, engaños, estafas y extorsiones.
En este caso, según víctimas por redes sociales, los victimarios contratan servicios de telefonía o reposición de sim card utilizando los datos personales de un tercero. Y luego, una vez obtienen planes o nuevas líneas telefónicas, estos cometen delitos financieros.
Con relación al cómo logran los delincuentes obtener servicios de telefonía con información de desconocidos, una funcionaria de una empresa de telecomunicaciones aseguró que en muchos casos “eso pasa porque hay gente que obtiene datos ilegales y activan muchos servicios prepago”.
“Lo que hacen los malintencionados es que en puestos ambulantes compran sim cards y luego por el servicio de consulta activan las líneas con un solo número de cédula”, dijo la funcionaria.
Y como hay personas que han denunciado que fueron suplantadas para obtener planes pospago e incluso reposiciones de celulares, hay que tener cuidado con los datos que se comparten en redes sociales y también cuando se pierden los celulares o los documentos.
La SIC afirmó que es necesario que las personas consulten periódicamente la información reportada en las centrales de riesgo y verifiquen con sus operadores de telecomunicaciones los productos que tienen activos a su nombre.
Entre tanto, teniendo en cuenta que según fuentes oficiales en la Fiscalía hay en fase de indagación 2962 denuncias por falsedad personal, las autoridades indicaron que es fundamental que se realicen las denuncias.
Por eso cuando a una persona le suplantan la identidad esta debe reunir las evidencias y presentar la denuncia ante la Policía o la Fiscalía, o a través de la plataforma ‘A Denunciar’.
En el caso de que la persona se entere que a su nombre hay servicios de telecomunicaciones que no han sido autorizados por ella, debe alertar al operador y, además, poner la queja ante la SIC por violación a la protección de datos personales.
Finalmente, la funcionaria de la empresa de telecomunicaciones explicó que cuando la persona es víctima, esta debe “solicitar una verificación de datos para que el operador compruebe la información del caso, normalmente se logra identificar que fue un fraude porque al momento de adquirir el servicio no hubo verificación completa, sobre todo, de la biometría de la persona”.
Consejos para evitar fraudes de suplantación
- No confíe en las ofertas, usualmente las más atractivas suelen ser fraudes.
- Usar métodos seguros de pago y reconocidos.
- Compruebe al máximo la identidad y antecedentes de los vendedores en línea. Fíjese en el certificado de servidor seguro (SSL), esto es, el candado que aparece en la parte izquierda superior de su pantalla al lado de la dirección electrónica o página de Internet que vaya a consultar.
- Proteja su computador utilizando firewalls, antivirus y software anti-espía.
- Proteja su privacidad: evite compartir sus datos indiscriminadamente.
- Firme sus documentos sensibles con mecanismos de firma digital que le garantizan la integridad y autenticidad del documento.
- Desconfíe de mensajes de texto (SMS) que le parezcan sospechosos por errores de ortografía, entre otros.
- No cambie sus plásticos bancarios sin consultar con su entidad financiera.
- Saque la nueva cédula digital para evitar suplantaciones.
- Asesórese de expertos si es víctima de fraude de suplantación de identidad.