Hace pocos días los lectores de Diario del Huila se conmovieron con la historia de la pequeña Mia Mendoza Delgado quien padece un cáncer agresivo que ya le hizo perder uno de sus ojos. Independiente del tema de los viáticos que necesitan sus padres para acompañarla a los tratamientos en la ciudad de Medellín en esta oportunidad quisimos conocer cómo es una estadía en la capital antioqueña en función de mejorar la condición de salud de la menor y salvar su vida.
Desde el Hospital San Vicente de Paul en la ciudad de Medellín en donde permanece hospitalizada la pequeña Mia Mendoza Delgado de tres añitos, su progenitora nos contó cómo ha sido esta semana en el tratamiento de su hija.
“Lo primero que hicieron los médicos fue regañarnos porque la trajimos tarde a sus controles, por poco y se muere, llegó con una hemoglobina de 3, que para un paciente de cáncer es muy grave, está viva de milagro, nos dijeron los galenos”, refirió la acongojada madre.
Es que les tocó viajar por tierra, ya que para ellos pagar unos pasajes vía aérea es imposible, no esta dentro de su presupuesto. “Viajaremos cada 20 día por vía terrestre, con Dios por encima de todo”, agregó Liliana Fernanda Delgado.
La semana ha transcurrido en medio de exámenes y de citas en cada una de las especialidades que se necesitan dentro del tratamiento integral que recibe la pequeña Mia.
“Gracias a Dios, ha respondido al tratamiento, recibimos el quinto ciclo de quimioterapia y de acuerdo con unos exámenes que estamos esperando nos pueden dar salida en las próximas horas”, agregó.
Viaje difícil
Ahora se enfrentan a un retorno que se debe de hacer de la misma forma, “el viaje para la niña es muy difícil, estresante, en el caso de la venida para Medellín, fue terrible debido a los derrumbes en la vía, los médicos insisten en que la niña no debe desplazarse en bus, porque es exponerla a contacto con tumultos de gente durante mucho tiempo, pero como le digo se sale de las manos, porque para nosotros comprar un pasaje de avión en estos momentos no está en nuestro presupuesto”.
El tratamiento en Medellín
Liliana Fernanda que trabaja por contrato con el ICBF, cree que este año va a ser muy difícil trabajar por lo menos en principio de año, ya que las quimioterapias programadas las terminan en el mes de marzo.
Una semana en Medellín comienza con todo tipo de exámenes, ya que ella mantiene muy vulnerable a que se le bajen las defensas. Luego vienen las consultas con oncología, oftalmología, psicología y los que los profesionales consideren necesarios dentro de su tratamiento. Resumió un poco Liliana Fernanda Delgado.
Luego se procede a realizar las quimios, que en este caso debió realizarse después de una serie de exámenes porque venía muy descompensada.
Sigue en hidratación y en esta oportunidad requirió interconsultas ya que está muy afectada por los cambios que le han generado la perdida de su ojito y las quimioterapias. “Lo que ha tenido que vivir y soportar en cuanto a cambios, ha sido muy difícil para ella, ella ha sido muy sociable y ha estado muy deprimida, no ha querido comer, caminar, interactuar, es muy complejo”, reflexionó.
Nos hace una serie de preguntas y de reproches que en realidad nos sorprenden, pero entendemos que son parte de lo que le produce el tratamiento.
Esta madre licenciada en pedagogía infantil dijo que gracias a Dios cuando ha trabajado le han ayudado con los permisos para acompañar a su niña, pero cada vez se hace más complejo y difícil para ella atender el trabajo y acompañar el tratamiento de su pequeña.
Un equipo para Mia
Lo que hacen es turnarse con el esposo, cuando ella trabaja, él se queda en las labores de acompañamiento y atiende los asuntos de la casa o invierten los roles de acuerdo a las circunstancias.
Una situación que les han planteado los médicos es que se vayan a vivir a Medellín durante el tiempo que falta de tratamiento de Mia, que es hasta los ocho años de acuerdo con lo que han proyectado los especialistas.
“Para nosotros es muy complejo cambiar de ciudad, porque todo lo tenemos en Neiva, si sostenernos durante una semana es bien complicado imagínese, un traslado permanente, por eso tomamos el riesgo de viajar y cuidarla en la casa”.
Finalmente, mientras siguen con la misión de mantener el milagro de la vida de Mia, acuden a la solidaridad de los buenos corazones, algo que no es fácil, no están acostumbrados a pedir, “gracias a Dios hemos encontrado ángeles en este proceso y se que los va a seguir habiendo”, sostuvo.
“Mi niña es una guerrerita de Dios y sé que vamos a salir victoriosas, en estos momentos cualquier ayuda es bienvenida y valiosa. A quienes nos quieran contactar, se pueden comunicar con Liliana Fernanda Delgado en el celular 323 2285028 o con Carlos Mendoza al 320 2368913”, concluyó
Lo de los contactos fue sugerencia nuestra, de pronto alguna empresa o entidad los quiera patrocinar para instalarse en Medellín con trabajo o suplir el pago de los pasajes aéreos.