DESHOJANDO MARGARITAS
POR MARGARITA SUÁREZ
El cantante Billy Pontoni, a quien estimo y admiro, concedió un reportaje al programa “A Vivir que son Dos Días” de Caracol Radio, donde cuenta su trayectoria durante 70 años de vida, que cumple hoy. Felicitaciones para nuestro querido artista. “Está enterito”, como se dice en el argot popular y sigue en los escenarios cantando y bailando como si estuviera de 15. En la entrevista Billy recordó la anécdota ocurrida cuando la Asociación de Periodistas del Espectáculo APE, que presidía Gustavo Castro Caycedo, me delegó para acompañarlo a Santiago de Chile a competir por Colombia en el Festival OTI de 1978. No relató completa la historia y tal vez por eso no se entendió, incluso hubo personas que me llamaron a darme una versión equivocada de lo escuchado. El asunto es que previo al viaje, un jurado colombiano decidió el tema musical que interpretaría Billy entre dos propuestas. Una era “Águila”, compuesta por Raúl Rosero y la otra “Joven”, de Eduardo Cabas, padre de Andrés Cabas. A Billy le encantaba la primera, pero el jurado consideró que el ritmo andino del tema no era festivalero. A regañadientes Billy aceptó el veredicto y concursó con “Joven”. Detestaba cantarla y así lo sintió el público en Santiago. La prensa comentó que era la peor canción del evento, interpretada por una de las mejores voces. La OTI es un festival de la canción, así que no había nada qué hacer. Con humor aguantó la pesada broma que le hice posterior a su eliminación: “¿Escuchaste la voz del consueta que gritaba ´joven´ bájese del escenario?”, le dije. Con su chispa característica respondió: “Me tocó volarme del teatro como un ´águila´, para evitar las críticas”. En ese viaje nos hicimos amigos e incluso nos visitó posteriormente en Neiva. Ha sido un artista exitoso, gracias a su talento y persistencia. Es tan buen cantante que hoy después de tantos años de vida artística, la cual comenzó siendo un niño de 12 años, sigue vigente. Creo que le pudo haber faltado ambición para proyectarse internacionalmente. No arriesgó saliéndose de su zona de confort. Las condiciones de la época tampoco lo ayudaron. En su momento de despegue profesional no había internet, ni redes, ni Google, ni YouTube, que hoy son claves para la promoción mundial de un artista.
