Exploran implementar turismo y acuicultura en El Quimbo. Según el concejal garzoneño Sergio Andrés Lozada Cerquera, el embalse de El Quimbo está siendo subutilizado, ya que tiene mucho potencial en materia turística y de producción de pescado. Se espera que sea desarrollado un Plan de Ordenamiento del Embalse.
DIARIO DEL HUILA, PANORAMA
Por: Gustavo Patiño
Desde su llenado en 2015, el embalse de El Quimbo ha sido una fuente de energía eléctrica para Colombia. Sin embargo, según el concejal garzoneño Sergio Andrés Lozada Cerquera, este vasto cuerpo de agua ha permanecido subutilizado en cuanto a otras actividades económicas. Ahora, surge una nueva propuesta que busca transformar el embalse en un motor de desarrollo para la región, combinando la generación de energía con la promoción del turismo y la acuicultura organizada. Esta iniciativa, liderada por Sergio Andrés promete cambiar el panorama económico y social del centro del departamento del Huila.
Diversificación de los usos
Lozada Cerquera, ha sido uno de los principales defensores de la diversificación de los usos del embalse de El Quimbo. En una conversación con Diario del Huila, Lozada destacó que, si bien el embalse ha sido vital para la producción de energía eléctrica, ha llegado el momento de explorar otros usos que puedan generar desarrollo económico en la región. «Lo que nosotros estamos proponiendo es que además de la energía eléctrica se le den unos usos alternos al embalse para que esos usos generen desarrollo económico», afirmó, subrayando la necesidad de maximizar el potencial del embalse para beneficiar a las comunidades locales.
Este enfoque multidimensional incluye el turismo y la acuicultura como pilares fundamentales para el crecimiento económico. Según Lozada, estos sectores pueden ser compatibles con la generación de energía, siempre y cuando se desarrollen de manera organizada. «Productividad, competitividad y empleo en las regiones son compatibles con la generación de energía, y si se desarrollan de manera organizada, definitivamente van a ser motor de desarrollo en el centro del departamento», explicó, señalando que Garzón es uno de los municipios que más podría beneficiarse de esta iniciativa.
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Estructurar el turismo
Uno de los puntos más importantes de la propuesta de Lozada es la necesidad de estructurar y formalizar la actividad turística en torno al embalse. Actualmente, el turismo en la zona se desarrolla de manera desordenada, sin las garantías necesarias tanto para los prestadores de servicios como para los turistas. Lozada destacó la importancia de aprender de otras experiencias a nivel nacional e internacional, donde las represas se han convertido en importantes atractivos turísticos.
La propuesta incluye la identificación de áreas con potencial turístico dentro del embalse y la construcción de seis puertos turísticos, que fueron acordados en convenios de cooperación entre los ministerios, la gobernación y los municipios. Además, se contempla la implementación de un ferry que facilite el acceso a las diferentes áreas turísticas del embalse. «Lo que proponemos es que, así como a nivel nacional y mundial las represas son potenciales turísticos, en El Quimbo se defina de manera organizada cuáles van a ser esas áreas con potencial turístico, se ubiquen los seis puertos a los que está obligado Emgesa a construir, se fortalezcan los prestadores del servicio y la oferta turística del centro del departamento y de estos municipios», explicó Lozada.
El concejal subrayó que la formalización del turismo en El Quimbo debe estar alineada con las características físicas del embalse, asegurando que cualquier desarrollo sea sostenible y respetuoso con el entorno. «Al momento que se formalicen el turismo en El Quimbo, tendrá que ser promovido de manera formal por la Gobernación y por los municipios, aunque ya el turismo en El Quimbo está contemplado en las agendas productivas», agregó.
Pesca artesanal
Otro aspecto fundamental de la propuesta es la organización de la pesca artesanal en el embalse de El Quimbo. Actualmente, esta actividad se lleva a cabo de manera informal, lo que ha resultado en graves riesgos para los pescadores. «Cabe la pena resaltar que aproximadamente unos 10 pescadores han fallecido en el embalse desde que se dio el llenado, muchos de ellos porque no tienen las herramientas y las garantías de seguridad necesarias, ya que algunos pescan en flotadores o en icopor y sin las medidas de seguridad», afirmó el concejal.
«Lo que queremos es que se caractericen, se organicen y tengan un apoyo para que la pesca artesanal o de subsistencia que se desarrolle en el embalse se haga con todas las garantías para ellos y para los consumidores, organizándolos en grupos asociativos para que puedan producir mejor y comercializar mejor el producto, así como minimizar los riesgos a los que están sometidos», explicó Lozada.
Es importante destacar que, según Lozada, la pesca artesanal, considerada una actividad de bajo impacto y protegida como ancestral, no estaría sujeta a las mismas restricciones que la piscicultura a gran escala. Esto se debe a que la pesca artesanal genera un impacto ambiental mucho menor y está protegida por la Ley de Pesca. Sin embargo, la formalización y organización de la pesca artesanal en el embalse son vistas como pasos cruciales para mejorar las condiciones de vida de los pescadores y para garantizar la sostenibilidad de la actividad.
El plan de ordenamiento
El desarrollo de estas actividades económicas está condicionado a la creación y aprobación de un Plan de Ordenamiento del embalse de El Quimbo. Este plan es esencial para definir de manera clara y organizada los usos del embalse, tanto para la acuicultura como para el turismo. «Todo esto tiene que darse en el marco del Plan de Ordenamiento del embalse, que esperamos que se apruebe rápidamente, pero con garantías para el sector turístico y pesquero», afirmó Lozada, subrayando la importancia de que este proceso sea riguroso y basado en estudios técnicos.
Actualmente, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca – AUNAP y la Universidad Surcolombiana han avanzado en estudios de capacidad de carga, que son cruciales para determinar dónde y en qué medida se pueden desarrollar actividades como la piscicultura. «Sí, efectivamente la Universidad Surcolombiana hizo un primer estudio de capacidad de carga del embalse. Sin embargo, la AUNAP y las autoridades de la región presentaron observaciones. Y esas observaciones están en proceso de revisión», explicó el concejal.
Lozada señaló que el plan deberá culminar con una resolución que determine las áreas específicas del embalse. Donde se permitirá la piscicultura de manera organizada, respetando la capacidad de carga del entorno. «Ese estudio va a ser apenas un insumo del Plan de Ordenamiento que, según dijo la AUNAP. Está iniciando su proceso de formulación y va a terminar con una resolución de ordenamiento del embalse. Que determine dónde se va a poder hacer de manera organizada. De acuerdo a la capacidad de carga, el tema de la piscicultura», afirmó.
La pesca artesanal es ancestral
El concejal también destacó que la pesca artesanal no estará sujeta a las mismas restricciones, dado su menor impacto y su consideración como actividad ancestral. «La pesca artesanal no está sujeta a esos estudios porque es una actividad que genera un impacto mucho menor. Y pues los pescadores artesanales están protegidos también como una actividad ancestral en el marco de la Ley de Pesca», explicó.
El desarrollo de estas actividades podría tener un impacto significativo. En la economía local de los municipios que tienen jurisdicción en El Quimbo, aunque aún es incierto el alcance exacto de este impacto. Según Lozada, actualmente unas 400 familias dependen de la pesca en el embalse, pero debido a la informalidad de la actividad. Es difícil cuantificar su contribución económica. La formalización y organización de la pesca, junto con el desarrollo turístico. Podrían multiplicar el beneficio económico para la región, generando empleo y mejorando las condiciones de vida de la población.
Expectativas
La magnitud del impacto económico dependerá en gran medida de la implementación efectiva del Plan de Ordenamiento. Así como de la cooperación entre los distintos niveles de gobierno y la comunidad local. Lozada subrayó que la inversión en infraestructura, capacitación y promoción turística será clave para lograr los objetivos planteados. «Todo depende también de la magnitud de la explotación turística y pesquera», explicó el concejal. En cuanto al turismo, Lozada señaló que, si bien ya está contemplado en las agendas productivas de la región. Su desarrollo formal depende del avance del Plan de Ordenamiento del embalse. «El turismo en El Quimbo está contemplado dentro de la agenda productiva y dentro del Plan Sectorial de Turismo. Pero este sector no se ha venido desarrollando porque aun formalmente no existe la posibilidad de desarrollar turismo organizado. Hasta tanto no se genere ese plan de ordenamiento del embalse», indicó.
