Por: Alfonso Vélez Jaramillo
Un acierto que no puede taparse con las dos manos, además, por su notoriedad, difícil de ocultar: nuestro Festival Folclórico, ha sido uno de los mejores de los últimos años.
Por tanto, pertinente resaltar el entendimiento entre el gobernador Luis Enrique Dussán y el alcalde Gorky Muñoz, cuyas administraciones de manera armónica y unida en algunos eventos, lograron sacarlo adelante.
Oportuno contarlo: por un asunto personal debí viajar de manera relámpago en plena festividad, y cuando regresaba este lunes pude experimentar porque lo vi, con sorpresa, una cola interminable que salía del Huila, no sé cuántos carros, pero eran muchos, miles, cosa yo nunca no la había visto.
Soy muy escéptico a creer en cifras, esta vez, sobre el ingreso y salida de personas luego de nuestra fiesta sampedrina, la vía 45 entre Neiva y Espinal, fue el testigo y el reflejo de que hemos avanzado.
Muchos vehículos por una excelente vía y lo más sorprendente fue la cola sin intervalos ni trancones, ni interrupciones, carros en movimiento en sentido contrario que salían de Neiva.
Venía observando con beneficio de inventario en El Espinal, y desde Castilla hasta unos 5 kilómetros antes de llegar a Natagaima, o sea, unos 15 kilómetros de carretera estaban repletos de vehículos. (de castilla a Natagaima hay 21 kilómetros).
Es el mejor indicativo de que vino mucha gente a “pagarse la rodadita”, la frase que hizo famosa el fallecido locutor y presentador y nunca bien ponderado Luis Alberto Fierro, en su programa promocional del sampedro.
Ratifica que la celebración dejó satisfechos a todos a los organizadores, a los empresarios, los emprendedores del sector turístico con expectativas cumplidas, hubo hoteles llenos, motivo para expresarlo en estas líneas.
Reflexionemos sobre la importancia de instituir una catedra turística, y una política pública turística en el Huila que permita intervenir y articular los procesos, cuyo fin, insoslayablemente, debe ser el mejoramiento de la calidad de los servicios que aquí se prestan, para que no atemoricen al turista, como se ha publicado de Cartagena.
Que haya regulación de precios y precios justos, atención profesional y esmerada, y nuevas estrategias para atraer más gente confiada al Huila, en el futuro.
Sé que están preguntando con sorna por pura politiquería “lo malo lo bueno y lo feo”, pero yo diría de manera positiva, mejor: si yo tuviera poder de decisión haría lo siguiente:
En el futuro ordenaría al menos un desfile y una cabalgata por la antigua ruta del centro. Así se le da nuevamente ambiente sampedrino, vida y alegría generalizada al resto de la ciudad que se siente apagada, por estos días.
Creo que volvería el sabor a fiesta que caracteriza a Neiva, muchos critican la concentración de los espectáculos en la avenida circunvalar, por lo incómodo.
Terminaría tanta habladuría disfrazada de democracia y ordenaría algunos desfiles desde diferentes puntos cardinales hacia el centro.
Desfiles desde el Oriente, el Norte, y el Sur que tienen vías amplias, y de paso impulsaría la economía de los negocios que pagan impuesto todo el año.
Inclusive, permitiría y fomentaría que por la época de San Pedro los neivanos “maten” su marrano en casa, tradición para disfrutar en familia.
La fiesta de San Juan y San Pedro, es la expresión del Tolima Grande desde el punto de vista de la cultura huilense.
Neiva es respetada en todo el país, cuando llegamos a otra ciudad nos dicen opita «nos vamos a pegar la rodadita» y esta frase no debe dejarse olvidar, contrario institucionalizarse en todas las épocas del año, es un terreno ganado para promocionar al Huila.
El Huila tiene mucho que mostrar y este es el momento oportuno de impulsar su gastronomía, su música y su baile, los sitios turísticos y culturales de interés, como el Desierto de La Tatacoa, la estatuaria precolombina de San Agustín, el parque arqueológico más importante de Colombia, Patrimonio de la humanidad por su importancia y antigüedad de más de 2.000 años. Vive Colombia y viaja por el Huila.