Tal como lo había escrito en esta columna, la Corte Constitucional como máxima guardiana de la Constitución y los derechos fundamentales, declarará inconstitucional la incoherente cadena perpetua aprobada por el Congreso con el apoyo del Gobierno por ser palmariamente inconstitucional, además de ser una medida populista para darle gusto a la galería, porque se sabe que no va a resolver nada en materia de política criminal para impedir que sigan asesinando y violando menores, y así se advierte de la ponencia que al parecer ha presentado con buen criterio la magistrada Cristina Pardo, que no me cabe duda recibirá pleno respaldo de los demás integrantes del supremo tribunal constitucional.
Y es que como se había dicho, para cualquiera que tuviera mínimos conocimientos de derecho constitucional, la cadena perpetua que quisieron disfrazar con una limitación de pena de 25 años para que pudiera pasar el examen de constitucionalidad, mandando el Congreso no solo un mensaje de chapucería jurídica, sino de hirsuto populismo ante la impotencia del Estado para crear una verdadera política criminal que meta en cintura la aberrante criminalidad producto de un sistema de justicia precario y sin dientes hecho a la medida de delincuentes de todo pelaje como lo estamos viendo, que amenazan con avasallar nuestra aterrorizada e inerme sociedad.
Porque hay que decirlo sin elipsis, la Corte Constitucional no tiene más alternativa que tumbar estruendosamente la marrullera cadena perpetua que no resuelve nada en la lucha contra la criminalidad y sí arrasa el derecho más caro de un ser humano que es la dignidad, columna dorsal de creación de nuestra Constitución, como que toda sus estructura está enderezada a garantizarla impidiendo que medidas como esta, que como bien lo sostuvo un editorial de El Espectador no hace sino satisfacer los peores instintos de los colombianos insensibles y acostumbrados a la peor de las violencias y a la violación sistemática e impune de los derechos humanos.
Lo que tiene que hacer el Gobierno y el Congreso antes de pretender violar la Constitución como lo ratificará la Corte con su seguro fallo de inexequibilidad para atajar una cadena perpetua que además de lesiva de la dignidad humana va a colapsar todavía más una justicia inoperante y un sistema penitenciario absurdo que no permite la más mínima resocialización convertido en verdadera escuela del crimen que no hacen sino fortalecer la criminalidad, es sentarse a diseñar con seriedad una verdadera política criminal que consulte la feroz idiosincrasia delincuencial de este violento país, cogiendo verdadero oficio en lo que les corresponde como gobernantes y legisladores.
Escolio. El senador Rodrigo Lara Restrepo al lanzar su ingrávida precandidatura presidencial, incurre en un acto de mala fe política al clasificar a Gustavo Petro en la izquierda marxista haciéndole el juego a la derecha, cuando sabe que es un liberal social demócrata como lo era su ilustre su padre que pretendía formar al dejar el ministerio de Justicia, un grupo político de esta estirpe con exintegrantes del M19.
