El gobierno de Maduro encontró que para este primer semestre no se llegó ni a la mitad de lo esperado en producción petrolera teniendo 7.000 barriles mientras el gobierno habría prometido alcanzar los dos millones.
El dictador Nicolás Maduro dijo que Venezuela había cerrado 2021 produciendo un millón de bd y prometía dos millones para 2022, aunque la OPEP situaba la oferta en ese momento en 871.000 bd.
Venezuela producía en 2002 unos 3,2 millones de barriles diarios, oferta que se mantuvo en esos niveles durante casi diez años. La producción comenzó a desplomarse en 2015 y llegó en 2020 a su punto más bajo en décadas: por debajo de los 400.000 bd, un retroceso a niveles de 1934.
El régimen de Maduro atribuyó la caída de la producción a las sanciones de Washington contra el país y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), mientras expertos y trabajadores denunciaban corrupción y falta de inversión y mantenimiento de instalaciones.
Por su lado Maduro ha buscado alianzas para tratar de levantar la industria petrolera con países sancionados como Irán, con el que reforzó acuerdos de cooperación en materia petroquímica tras su reciente visita en junio pasado a Teherán.