Edna Yolima Calderón Ome
El Huila no solo se alza como el epicentro indiscutible de la producción de café en Colombia, sino que continúa trazando un camino de innovación y desarrollo sostenible en la industria cafetera. Las cifras no solo reflejan logros, sino también un compromiso palpable que se traduce en acciones concretas en beneficio de nuestros caficultores de base y el tejido social de nuestra región.
Las cifras siguen hablando por sí solas: con 146,870 hectáreas cultivadas y el trabajo incansable de 85,362 caficultores, el Huila se ha convertido en un modelo de eficiencia y tecnificación en la producción cafetera. Estos números no solo son el reflejo de la tenacidad de nuestra gente, sino también del apoyo incondicional del Comité Departamental de Cafeteros del Huila.
El compromiso del gerente general, Germán Bahamón, es evidente en la ejecución de proyectos clave que marcan la diferencia en nuestro territorio. La renovación de cafetales es una prioridad, con un convenio de cooperación entre el Departamento del Huila y el Comité Departamental que asignó recursos considerables para apoyar a 1,341 caficultores en 35 municipios. La Gobernación del Huila también ha destinado una suma significativa para este propósito, demostrando un compromiso integral con el desarrollo cafetero.
Pero más allá de la renovación de cafetales, el enfoque en investigación y desarrollo es fundamental. La inversión destinada a potenciar la producción de cafés de calidad en diferentes zonas agroecológicas del Huila beneficia a 1,102 caficultores. La determinación de atributos organolépticos del café asociados a cada zona, la mejora en métodos de poscosecha y la implementación de sistemas de trazabilidad son pasos gigantes para asegurar la excelencia en cada grano cosechado.
La diversificación de cultivos es otro pilar clave. El apoyo brindado a 8,000 caficultores para diversificar sus cultivos mediante tecnología y capacitación especializada no solo promueve la seguridad económica, sino que también fortalece la sostenibilidad en nuestras fincas cafeteras. La capacitación en catación avanzada para 24 caficultores y la entrega de sistemas de secado para 748 productores son ejemplos tangibles de cómo se está llegando a la base de nuestra industria.
Pero no todo es producción de café. El desarrollo social es una prioridad. La inversión en infraestructura, proyectos comunitarios y programas de salud y educación está transformando nuestras comunidades. Desde la construcción de placas huella y el mejoramiento de vías hasta la instalación de estufas ecoeficientes en viviendas cafeteras, estas acciones llegan directamente a cerca de 32,000 beneficiarios, beneficiando no solo a los caficultores, sino a todo el entorno rural.
Además, el apoyo a la salud visual y oral en municipios como Campoalegre, Rivera y Gigante demuestra un compromiso integral con el bienestar de nuestra gente.
El departamento de la mano con el Comité de Cafeteros del Huila, no solo produce café, sino que está sembrando un futuro próspero y sostenible para sus caficultores, asegurando que cada grano de café sea el resultado de un trabajo conjunto que involucra no solo números, sino también corazón y pasión por nuestra tierra y nuestra tradición cafetera.
